El Ayuntamiento de Algeciras se ha llevado un fuerte varapalo de parte de la Junta de Andalucía, que obligará al Consistorio a gastar 500.000 euros más al año en abastecimiento de agua potable tras declarar el ente autonómico la caducidad del permiso del Consistorio para sacar agua del arroyo de La Garganta del Capitán.
Este impacto económico para el Ayuntamiento se produce por la necesidad de comprar a la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar a un precio mucho mayor todo el agua que ya no podrán sacar de este punto, a lo que se une el problema de que para la zona norte de la ciudad se carece de la presión necesaria, lo que implicaría tener que bombear agua con el coste energético que ello supondría.
La autorización para extraer agua de la Garganta del Capitán data nada menos que del 6 de julio de 1962, y fue autorizada por el director general de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas con carácter temporal, poniendo como límite un caudal de 25 litros por segundo.
Al coste antes mencionado, se une lo que implicará económicamente para el Consistorio desmontar todas las infraestructuras existentes ligadas al aprovechamiento de la Garganta del Capitán, las cuales, además, supusieron para el Ayuntamiento un coste, en los años 1996 y 1997, en que gobernaba el Partido Andalucista, un coste de 610.000 euros, más de 100 millones de las antiguas pesetas, dado que hubo que renovar la totalidad de las conducciones de agua potable desde la captación hasta la nueva estación de tratamiento de agua potable.
La Junta alega que la Confederación Hidrográfica del Sur transfirió en abril de 2001 a la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar el servicio de tratamiento y abastecimiento de agua en alta en la comarca, y que desde entonces Arcgisa “suministra agua para el abastecimiento de la población de Algeciras cuando los manantiales de los que se abastece no tienen recursos suficientes”. Al mismo tiempo, considera “indóneas” las instalaciones para “atender la demanda de Algeciras a lo largo de todo el año”.
Despilfarro
El Consistorio considera, además, “un despilfarro”, y “más en época de crisis”, el “desperficio de unas aguas que se están captando sobre el excedente del agua circulante por el río”. Insistieron, además, en el hecho de que se respetan siempre “los caudales ecológicos del mismo”, negando así cualquier impacto negativo sobre el medio ambiente, y agregando que todo ese excedente irá después directamente al mar.
Indignación
Para el Ayuntamiento, “no es de recibo el trato institucional que ha recibido el Ayuntamiento de Algeciras por parte de la Junta de Andalucía, ya que una decisión de tanta gravedad, que afecta a una concesión del año 1962, se ha tomado sin comunicación previa con el Ayuntamiento, sin el más mínimo estudio sobre las repercusiones para la ciudad, sin informes técnicos ni jurídicos sobre el desarrollo de dicha concesión y faltando a las más elementales normas de respeto político a una corporación municipal que tenía fijada para hoy mismo –por ayer- una cita con el delegado territorial de la Consejería de Medio Ambiente, Federico Fernández Ruiz-Henestrosa, para hablar sobre los colectores.
el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, ha manifestado que “Algeciras no se merece este desprecio por parte de la Junta de Andalucía, que constituye una puñalada económica para los intereses de la ciudad y que llevará a cabo cuantas acciones políticas o jurídicas sean necesarias para evitar una medida que de llevarse a cabo provocaría las graves consecuencias para los algecireños que han sido relatadas en los puntos anteriores”