El departamento municipal de Infraestructuras lleva a cabo la supervisión de los trabajos de limpieza de imbornales que desarrolla Aqualia, tarea que aunque se realiza a lo largo de todo el año es ahora cuando más importante resulta por servir para la buena evacuación de las aguas pluviales.
El objetivo es extraer la suciedad, hojas y papeles que se acumulan dentro y que dificultan la recogida de agua en los días de lluvia, pudiendo llegar a producir inundaciones en las calles.
Gracias a esta labor, se limpian los residuos depositados en los imbornales, rejillas, arquetas y en las tuberías, de forma que éstas recuperen su capacidad hidráulica de transporte.
La empresa Aqualia, concesionaria de la gestión integral del agua en La Línea, efectuó la limpieza de 3.073 imbornales durante el pasado año 2012, siendo las temporadas de agosto a octubre en la que se intensificaron las tareas de limpieza a la espera de las primeras lluvias.
La planificación de la limpieza se realiza en base a 17 zonas que abarcan toda la ciudad y que coinciden con las principales cuencas de evacuación de aguas pluviales. Actualmente se está actuando sobre la zona de los polígonos industriales Zabal y Gibraltar.
Las labores de limpieza se desarrollan empleando un equipo de dos trabajadores y maquinaria de limpieza a alta presión, siendo reforzado por un equipo de camión de alta presión en caso necesario.
El método de limpieza que generalmente se utiliza es el manual. Se diseña una ruta a seguir por la brigada de limpieza teniendo en cuenta la situación de los imbornales y los sentidos de circulación en las calles a limpiar, y los trabajadores acuden con un vehículo en el que van depositando todos los residuos extraídos de los imbornales, que después irán a parar a un vertedero. Finalmente se inserta agua a presión dentro del imbornal para comprobar que el atasco ha desaparecido.
Todas estas actuaciones de limpieza son registradas internamente de manera que quede constancia de las zonas limpiadas y del tratamiento de estos datos se concluye cuáles son las zonas más afectadas y que por tanto hay que limpiar con más frecuencia.
“Es necesario que todos los vecinos se conciencien con el buen uso de los imbornales, evitando arrojar suciedad, restos de materiales de obra, cemento, pintura, aceites usados, vertidos o papeles a los mismos que provoquen atascos y malos olores en las calles. Es un compromiso de todas las partes en atención al mejor funcionamiento de la red de pluviales así como de beneficiar al medio ambiente”, explicó el teniente de alcalde Francisco Espada