En rueda de prensa, la consellera de Justicia, Montserrat Tura, explicó que esta medida, planteada por la denominada Comisión Mena, sería complementaria a otras iniciativas defendidas el pasado año por este grupo de expertos, como la libertad vigilada o los inhibidores reversibles del deseo sexual.
La consellera ha destacado que este banco de datos con el ADN –que tan sólo facilitaría la identidad y el sexo–, serviría para identificar con casi total certeza al autor de un delito grave –un homicidio o una violación–, pero su principal virtud sería que también podría ser un elemento de “autocontrol” para evitar la reincidencia.
En este sentido, explicó que los psicólogos penitenciarios defienden que el temor a saber que no se es impune y que serán identificados sin problema es un factor importante que sirve para el autocontrol de los delincuentes peligrosos, una vez quedan libres al obtener el tercer grado o tras cumplir la condena.
Según Tura, la existencia de este registro podría evitar la reincidencia de violadores.