Un hombre, armado con un subfusil de aire comprimido, que luego se supo lanzaba bolas de pintura, entró en la Jefatura de la Policía Local de Ubrique y amenazó con matar a los cinco agentes que en ese momento estaban en el interior de las citadas dependencias.
Los hechos ocurrieron en la noche del sábado, concretamente a las 22.36 horas, justo en el cambio de turno. El hombre, de nacionalidad española pero de origen peruano, se dirigió a la Jefatura de la Policía Local de este municipio gaditano cigarro en boca. Tal y como recogen las cámaras de seguridad, se detuvo y montó, apoyándose en el suelo, el subfusil que imitaba de forma realista un arma de verdad. Una vez montado, apuntó a los agentes bajo amenazas de acabar con la vida de éstos. Por suerte, como indican fuentes de la citada Jefatura, los policías estaban parapetados detrás de la mampara de seguridad.
Eso sí, los agentes desenfundaron sus armas “porque no hay que olvidar que estamos en Alerta 4 Antiterrorista y nunca se sabe qué puede pasar”, indican a este medio las mismas fuentes. La profesionalidad de los policías, y la sangre fría, logró tranquilizar al atacante de tal manera que en un descuido del mismo, pudo ser reducido y despojado de su arma. Solo en ese momento se percataron que el arma era de simulación de las que se usan para practicar el ‘paintball’.
Tras la actuación, el hombre fue detenido y puesto a disposición judicial. Al respecto, según confesó el autor de los hechos, al parecer había discutido con su pareja y la intención que llevaba era provocar que le disparasen y así acabar con su vida.