El tiempo en: Torremolinos

Cádiz

Las autoescuelas gaditanas piden más examinadores para evitar colapsos

En Cádiz ha llegado a haber exámenes cada 15 días, condenando a la espera a unos alumnos que acuden con una seguridad en sí mismos bastante limitada. Las vacaciones, idóneas para los alumnos para examinarse coincide con los días vacacionales de los examinadores y la plantilla no se amplía

Andaluc�a Informaci�n
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Cargando el reproductor....

Las autoescuelas gaditanas lamentan que la baja cifra de examinadores en determinadas épocas del año provoca que lleguen a haber colapsos en el número de alumnos que desean sacarse el carnet de conducir. Las insuficientes incorporaciones para cubrir las jubilaciones y bajas de personal de Tráfico provocan retrasos en los exámenes, algo que de excepcional pasa a convertirse en costumbre.

A raíz de que la Dirección General de Tráfico instaurara hace tres años exámenes en agosto sin aumentar las diferentes plantillas de examinadores por aquello de la crisis, surgió un problema por el que ahora afloran una serie de consecuencias que ni las jefaturas de Tráfico, ni autoescuelas ni alumnos desean.

Un estudio de marzo de 2014 señalaba que el 34% de las jefaturas de tráfico necesitaban examinadores, según las propias autoescuelas y que en ese porcentaje se encontraba, naturalmente, la jefatura gaditana. A ese estudio replicaba un mes después la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) afirmando que “en la Jefatura de Tráfico de Cádiz no hay ningún problema, de hecho, hay días que quedan de 5 a 10 examinadores en la oficina por falta de pruebas”.

Francisco de Alba, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Cádiz, señala que “hay 37 examinadores en la Jefatura Provincial de Tráfico de Cádiz, de los cuales, entre bajas, permisos y vacaciones habrá disponibles unos 24, y hay algunos momentos en el año en los que coinciden por un lado, un mayor número de alumnos de autoescuela que están de vacaciones de sus respectivos colegios o universidades, y por otro, menos examinadores porque también toman sus vacaciones o permisos, con lo que el colapso está servido”.

Volviendo al tema de Cádiz y su provincia, en la que conviven con la de Cádiz las asociaciones de autoescuelas de Jerez y del Campo de Gibraltar, De Alba indica que “hay medidas que en el caso de adoptarse resolverían en parte el problema al que nos enfrentamos. Teniendo en cuenta que los examinadores siempre salen de la capital y que el viaje hasta Jerez o Algeciras cuenta como horas de trabajo, mientras en Cádiz se examinan 13 alumnos, lo hacen nueve en Jerez y siete en el Campo de Gibraltar, y ya que tal y como nos dijo el subdelegado del Gobierno Javier de Torre en una reunión que mantuvimos con él el pasado 14 de noviembre, que ‘es materialmente imposible solucionar el problema porque no se cubren las vacantes ni hay dinero para horas extras, y de momento no se va a ampliar la plantilla de examinadores’, con lo que acordó proponerle a la jefa provincial Piedad Sánchez que buscara una serie de incentivos que sirvieran para contrarrestar la baja cifra de examinadores”.

Sea por lo que fuere, pasado el verano y dada una frecuencia de un examen cada dos semanas con los consiguientes colapsos, en noviembre volvió la normalidad al asunto, pero ahora hay unas vacaciones de Navidad a la vuelta de la esquina, con la previsible avalancha de jóvenes ansiosos por sacarse el carnet y que solamente tienen esa fecha para examinarse, fecha que coincide con los días que los examinadores de Tráfico toman de vacaciones. Aún así, “la Jefatura de Tráfico de Cádiz no está tan mal si se compara con otras como Zaragoza o Toledo, en la que el tiempo de espera para poder examinarse ronda el mes o más”, se consuela De Alba no exento de ironía.

Sergio Pinzón, profesor de la academia de conductores más cercana a la Jefatura de Tráfico, la Autoescuela Asdrúbal, señala que “cuando hay que decirle a un alumno que no puede examinarse en la fecha prevista sino dos semanas después, nos enfrentamos a que el padre del alumno o el mismo alumno nos mire con recelo o que incluso nos digan abiertamente que esa demora es atribuible a nosotros con la intención de impartir más clases prácticas, y por tanto, cobrar por estos atrasos, algo que es del todo falso”.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN