En medio de una crisis sin precedentes, los mercados de Cádiz sacan pecho e intentan dotar sus espacios de innovación, sin olvidar la excelencia de sus productos y la relación calidad-precio. Uno de sus principales objetivos en estos momentos es seguir atrayendo a los jóvenes y sacar provecho del turismo nacional e internacional que visitas las instalaciones.
¿Cuál es la situación actual de los mercados de Cádiz, porque últimamente vemos muchos puestos vacíos?
—Tanto el Mercado Central como el Virgen del Rosario, a pesar de la crisis que estamos sufriendo, van tirando para adelante. Por supuesto, se nota que el público no compra con la misma alegría que antes, pero comer hay que hacerlo todos los días, y nuestros clientes son fieles a nuestros tradicionales recintos. Deseamos que la situación actual se solucione cuanto antes para que cada familia compre lo que realmente desee. Sobre los puestos cerrados de La Plaza, tengo que decir que se encuentran así de forma provisional, hasta que no concluyan los trámites de traspaso de los nuevos titulares con el Ayuntamiento de Cádiz. De hecho, recientemente se han incorporado dos nuevas actividades: Summum en el puesto nº 68, dedicado a zumos y novedosos batidos de frutas y verduras con todo tipo de ingredientes y condimentos, y el puesto nº 113 de productos sin gluten para celíacos y especiales para diabéticos. Además, otros tres se encuentran en fase de reforma y tras finalizar los acondicionamientos, abrirán inmediatamente sus puertas al público.
Parece que el perfil del cliente que va a comprar a la plaza ha cambiado. Da la impresión de que se acercan más turistas, vecinos de la Bahía y más gente joven que antes, ¿es así realmente?
—Es cierto que se aprecia una tendencia entre los más jóvenes a volver a las raíces y costumbres de abuelos y padres. Por otra parte, los gaditanos de otras localidades de la Bahía, les gusta venir a los mercados, especialmente los sábados. Es el día que más notamos la afluencia de público de ciudades, incluso de otras provincias andaluzas. Respecto a los turistas, pensamos que forma parte de su ruta, quizás sea una manera de coger el pulso a la ciudad, de descubrir la forma de vida de los propios habitantes.
¿Cómo se está consiguiendo revitalizar los mercados? ¿Qué actividades están llevando ustedes a cabo en ese sentido?
—El Ayuntamiento ha logrado con la reforma del Mercado Central devolver el esplendor al edificio histórico, siendo en la actualidad un lugar de compras más atractivo. Nosotros hemos considerado que hay que ampliar la oferta, disponer de un mercado para el siglo XXI y ello conlleva abastecerlo con toda clase de artículos que interesen al comprador. Eso conlleva también que haya locales que ofrezcan productos especializados que nos podamos llevar a casa y que además puedan consumirse en el propio recinto.
¿Un ejemplo de esa revitalización es el ‘mercado gourmet’ que está en vías de incorporarse a las inmediaciones del Mercado Central?
—Los puestos de los que estamos hablando y otras propuestas que se están desarrollando, irán concentrados en una zona del edificio que conformarán el Rincón Gastronómico, por lo tanto, dentro de La Plaza. Una vez estén funcionando un número suficiente de estos nuevos comercios, en horario de mañana y tarde, el objetivo siguiente es ofrecer actividades diversas como: catas, presentaciones, tertulias, música, cursos y todo aquello que se considere que pueda interesar al público.
La Asociación también se ha dado cuenta de la importancia de incorporarse a las redes sociales. Tienen un perfil abierto en Facebook donde cuelgan las ofertas de algunos puestos con fotos incluidas…
—Sí, en Facebook cada mercado tiene su perfil. Se puede acceder a ellos por sus propios nombres: Mercado Central La Plaza y Mercado Virgen del Rosario. Además contamos con una página web: www.asodemer.es, que estamos en proceso de dotarla con mayor contenido para los usuarios.
Con el cambio de perfil del cliente, ¿Entiende que los vendedores tienen que actualizar sus conocimientos y sus tácticas de venta para atender a ese público cada vez más exigente?
—Pienso que es un deber. Los comerciantes estamos obligados a reciclarnos continuamente y a adaptarnos a las preferencias del público.
Cada vez hay más programas de cocina que reivindican hacer la compra en el mercado. ¿Está teniendo una repercusión real en la clientela?
—Los medios de comunicación juegan un papel muy importante en la información y en los hábitos de la población. Los grandes cocineros de nuestro país aconsejan la compra en los mercados tradicionales, porque ellos mismos acuden a estos centros de abastos. En los programas de cocina, gastronómicos o sobre alimentación que se emiten en las distintas cadenas o emisoras, le dan gran importancia a este sistema de compra y, por supuesto, influye positivamente entre los espectadores y oyentes.
¿Qué se le puede ofrecer al turista que no sean alimentos perecederos?
—Éste ha sido uno de los puntos del estudio del proyecto de revitalización del Mercado Central. Creemos que un lugar que es visitado por cientos de turistas que llegan a la ciudad, no debe estar sólo para ser fotografiado. Por lo tanto, hay que darles alternativas de compras y queremos que puedan llevarse a su casa cualquier recuerdo gastronómico de la tierra, desde una buena botella de vino, hasta un espléndido queso de la provincia, pasando por aceites, dulces, libros de gastronomía y objetos típicos. Además de que puedan degustar en el Rincón Gastronómico, cualquier producto que les apetezca.
¿Qué tienen de diferente el Mercado Central y el Virgen del Rosario con respecto a otros mercados de la provincia o los grandes almacenes?
—Hay buenos mercados en la provincia. Aquí se da las circunstancias de que podemos tener una mayor cantidad de productos y más variedad, eso hacen a nuestros dos mercados municipales muy atractivos. Por otra parte, tenemos la ventaja sobre otro tipo de establecimientos, que tratamos directamente con el público. Podemos darles información de los productos de temporada, aconsejarles sobre qué llevar en la cesta de la compra y hasta, en ocasiones, darles alguna receta de las que se hacen en casa. El trato hace mucho, además de la frescura, variedad, calidad y precios de los productos. Todo ello se aúna en los Mercados Central y Virgen del Rosario.
¿En qué punto se encuentra el proyecto de cerrar el Mercado Central por el techo?
—Después de que el Ayuntamiento se haya comprometido a realizar los trámites precisos para que los organismos competentes puedan estudiar o dar una viabilidad al proyecto, Asodemer a su vez, se ha responsabilizado en informar a los detallistas para que se impliquen en la financiación total del proyecto. Es esencial, puesto que la situación económica actual, todos la conocemos, y somos los propios detallistas quienes estamos proponiendo cubrir el mercado.
¿Qué otras deficiencias encuentran en las instalaciones? ¿Cómo se podrían mejorar?
—Con la cubierta quedarían los grandes inconvenientes solucionados, además de ofrecer al público mayor comodidad a la hora de realizar sus compras. También es indispensable para poder poner en marcha las actividades complementarias a las que nos hemos referido antes. Otra de las carencias que tenemos es la iluminación interior del recinto, especialmente en el horario de tarde-noche, pero ya nos han comunicado desde el Consistorio gaditano que está aprobado y en cuanto se pueda, se va a proceder a la instalación.
Ahora que estamos en el puente de Tosantos, ¿Cómo han preparado esta fiesta?
—En este año tan especial del Bicentenario de la Constitución, ya conocen que los Tosantos se ha unido a la celebración, y tanto los actos programados como el Concurso de Exornos de Puestos han estado relacionados con el Cádiz de 1812 o con las actividades habidas en la ciudad, en este sentido. Nos queda la entrega de Premios y Trofeos, clausura de esta singular fiesta que tendrá lugar el próximo sábado. Durante todos estos días, se podrá disfrutar en los mercados, de los mejores productos de temporada, para que cada uno se pueda llevar a casa su cesta de Tosantos y deleitarse en familia con nuestros productos.