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Cádiz

Más de 100.000 personas mayores gaditanos participan en actividades de envejecimiento activo

Salud y Bienestar Social ha invertido en lo que va de año más de 3,7 millones de euros en la organización de estos programas.

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Cerca de 620.000 mayores andaluces, de los que 102.765 son gaditanos, se benefician de los programas de envejecimiento activo que se llevan a cabo en los centros de Participación Activa de titularidad de la Consejería de Salud y Bienestar Social, según un balance realizado con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra hoy 1 de octubre con un gran número de actos organizados en toda Andalucía.

En lo que va de 2012, declarado Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional, la Junta ha invertido más de 3,7 millones de euros en los diversos programas destinados a la ese fin, iniciativas que se llevan a cabo fundamentalmente a través de su red de 167 centros de Participación Activa de Personas Mayores que funcionan en Andalucía, de los que 26 están en la provincia. Algunos de estos centros ya han llevado a cabo actos previos a la conmemoración, hoy, del Día Internacional de las Personas Mayores, como en Algeciras, Los Barrios y Puerto Serrano. Otros, como La Paz y La Caleta, en Cádiz, Las Angustias, Las Torres y Jerez III, en Jerez, así como los de Olvera y San Fernando realizarán diversas actividades esta semana.

Los programas de envejecimiento activo tienen como objetivo fundamental procurar el bienestar social e individual de las personas mayores, mejorar su calidad de vida y su imagen ante la sociedad, promover la autonomía personal, prevenir situaciones de dependencia y fomentar la cooperación y la solidaridad entre generaciones.

Con estos fines, se han llevado a cabo este año un gran número de actividades en toda Andalucía, entre las que destacan la campaña ‘Muévete’, que se ha desarrollado en 26 centros de la provincia de Cádiz para fomentar la participación de las personas mayores en la vida al aire libre.

Otro programa destacable que se enmarca en las iniciativas para la promoción del envejecimiento activo es el denominado ‘Por un millón de pasos’, que lleva a cabo la Consejería de Salud y Bienestar Social para fomentar el ejercicio físico como hábito saludable. En el primer semestre de este año, participaron 57 centros y 27 asociaciones de personas mayores de un total de 62 municipios de las ocho provincias andaluzas.

La Tarjeta Andalucía Junta sesentaycinco, que tramita Salud y Bienestar Social, también incluye entre sus objetivos el fomento del envejecimiento activo, ya que sus portadores tienen derecho a un gran número de descuentos y beneficios en el acceso al transporte, las actividades culturales, deportivas y de ocio en general. Actualmente, cerca de un millón de mayores -996.803- son titulares de esta tarjeta, es decir, casi el 80% de la población mayor de 65 años de Andalucía, que asciende a algo más de 1,2 millones de personas.

Por lo que respecta a la parte formativa, sobresalen las Aula Universitarias de Mayores, un programa que desarrolla esta consejería en colaboración con las universidades públicas andaluzas y en el que ya han participado en torno a 50.000 personas mayores de 55 años desde el año 2004.

Asimismo, en el área sanitaria destacan las 791.126 personas que han pasado este año por el programa Examen de Salud Mayores de 65 años, de los cuales 116.076 son de la provincia de Cádiz.  

Andalucía elaboró en 2010 el primer Libro Blanco del Envejecimiento Activo publicado en toda España, un documento de análisis elaborado por la Junta, en colaboración con los colectivos representantes de mayores, que formula un total de 130 recomendaciones sobre medidas que se deben llevar a cabo en temas de salud, educación, seguridad, intergeneracionalidad y participación, fundamentalmente.

Las conclusiones de los grupos de trabajo parten de un amplio análisis sobre la situación demográfica actual y el progresivo envejecimiento de la población, que obliga a dar respuesta a las demandas de un grupo poblacional que necesita participar en la vida social, cultural, política y económica, y no sólo recibir una atención de carácter asistencial.

En el Libro Blanco se concluye que el envejecimiento demográfico no es una enfermedad social, sino un logro sin precedentes. Por ello, en el documento se apuesta por trabajar para acabar con la visión estereotipada de la vejez como fuente de problemas y no de posibilidades.


 

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