El informe destaca que las infecciones contraídas se redujeron a un 11,1% en 2010 por cada cien pacientes, frente al 13,5% del año 2008, aunque la gravedad ha permanecido estable.
La jefe de sección de la UCI del hospital general del Vall d’Hebrón ha declarado a Efe que esta reducción ha sido posible gracias al descenso de bacteriemias primarias relacionadas con catéteres.