Los hosteleros de la calle de La Palma tendrán que adaptar sus terrazas a la ordenanza al menos hasta que mantengan la reunión comprometida con el alcalde, José María González, Kichi. El delegado de Urbanismo, Martín Vila, confirmó que la normativa se aplicará conforme al pronunciamiento municipal de la semana pasada y que ha provocado una tormenta política en el seno del Gobierno municipal y el sector.
Vila restó importancia a una eventual crisis con el primer edil, que ha mostrado su desacuerdo con la decisión porque "hay que respetar el empleo", además de cumplir con la normativa, y defendió que el intercambio de opiniones se haga internamente y no en los medios de comunicación.
En cuanto a la ordenanza, el delegado de Urbanismo lamentó que parece que "todo Cádiz es la calle de La Palma", cuando la normativa "hay que cumplirla en toda la ciudad", y lanzó un duro ataque contra la patronal, a la que se refirió como "Lloreca" en numerosas ocasiones durante su comparecencia tras la Junta de Gobierno Local, y su "eterno presidente", Antonio de María.
Vila acusó a "Lloreca de hacer llamadas al pánico, bramando con un discurso apocalíptico que anuncia la destrucción de la actividad y de los empleos", recordando que también se opuso a la peatonalización del Paseo Marítimo y hoy "los locales de esa zona siguen con su actividad, incluso han reabierto algunos de los que estaban cerrados".
Asimismo, advirtió de que el objetivo de la patronal, que solo trata de "defender los intereses de los asociados frente a los de los vecinos", es "prolongar los privilegios que unos pocos hosteleros a los que representa tenían hasta hace seis años, cuando se hacía lo que querían sin contar con vecinos, consumidores o personas con movilidad reducida".
A diferencia de Horeca, concluyó, "la gran mayoría de la hostelería gaditana cumple, trabaja, pelea, sale adelante y respeta a los vecinos".