Medio centenar de familiares y amigos de José Luis Ortega, conocido en Arcos como ‘Zeluí’, se manifestaba el lunes a las puertas del IES Guadalpeña para que este joven trabajador autónomo recupere la gestión de la cafetería del centro, que a día de hoy permanece cerrada después de los consabidos problemas en torno a la adjudicación del servicio.
Los manifestantes reclamaron a la dirección del centro que reabra el servicio con la gestión de José Luis Ortega, ya que culpan en todo momento al director del instituto de la situación de indefensión de este empresario que, además, sufre una discapacidad del 47 por ciento.
La manifestación, donde se lució una pancarta y varios carteles reivindicativos, contó con el apoyo una vez más de la Asociación de Desempleados de Arcos ‘Rafael Pérez del Álamo’, que fue la encargada de dar lectura a un manifiesto en favor de José Luis Ortega. En el documento, el colectivo le prestó su apoyo tras haber pedido supuestamente y en reiteradas ocasiones al director del centro que no sacara de nuevo a concurso el servicio de bar “ya que ponía en juego su pan”. En este sentido, también habría advertido al director del centro de que determinados puntos del pliego de condiciones para el concurso podrían estar fuera de la legalidad, en el caso de baremarse, por ejemplo, el empadronamiento en la ciudad o el grado de discapacidad. El director del centro se amparó, según el comunicado de la manifestación, por la oferta que, pese a estar empatada a puntos con la de Ortega Castillo, rebajaba en cien euros la cuota mensual de aportación al centro, dejando así al joven autónomo fuera del servicio que gestionó durante años.
En sus conclusiones, el manifiesto señala que la dirección del instituto ha actuado “cuanto menos poco ética y humana con José Luis”, que “se ha echado a José Luis al paro por 200 euros” y que “hay poca voluntad de que José Luis vuelva a su puesto de trabajo, más cuando la oferta que ganó el concurso se ha retirado”.
El propio empresario, que ahora se encuentra en situación de desempleo, ha agradecido el apoyo a la manifestación y a su causa, pero nuevamente se ha lamentado de la postura del director del instituto, al que acusa de no querer dialogar y de atenerse estrictamente al decreto legislativo 3/2011 por el que el servicio de bar cafetería se sometía a una nueva adjudicación a finales del pasado año.
De momento, a día de hoy la cafetería del centro continúa cerrada y con ello dejando a alumnos y profesores sin un servicio importante que ahora reciben en otros establecimientos del Barrio Bajo por la cercanía del instituto.
A todo, el director no realiza declaraciones al respecto. La web del centro se dirige a la comunidad educativa para comunicar que “el servicio de cafetería queda suspendido temporalmente, desde el 1 de enero de 2017 hasta la resolución de los recursos presentados y la entrega de llaves de la cafetería por parte del anterior adjudicatario y posterior apertura por parte del nuevo adjudicatario”, con lo cual no alude a un posible nuevo concurso o la resolución del actual conflicto. José Luis Ortega asegura que cuenta con el respaldo de profesores y alumnos del centro y que, en este sentido, merece recuperar su trabajo.