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En positivo

Los genes del grupo al que pertenece, han convertido en históricos aquellos postulados sobre los que se sustenta su gestión, destinada – eso sí – al bien común y sobre todo a la evolución social como cometido primordial.

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  • En positivo. -

 No tengo el gusto de conocerle Sr. Delegado, porque, como dijera Groucho Marx…, “aún no he tenido el placer de haber sido presentado”. Por eso, permítame tratarle de usted.


No me cabe duda que, en cuanto a su acceso al puesto de responsabilidad que ahora ostenta, reúne todas las aptitudes propias del mismo. Con seguridad, su capacidad de gestión, imaginación y actitud frente a los diferentes retos que supone su Concejalía son sobresalientes. La importancia de la misma y sobre todo la afección social que lleva implícita, dejará el listón muy alto, frente al histórico del área, que dicho sea de paso, ha dejado mucho que desear.


Tampoco me cabe duda que sus conocimientos específicos, le capacitan para saber con antelación cómo conducirse ante las variadas y a veces contrapuestas aristas que el colectivo presenta; y no solo eso, sino consensuar y adoptar la mejor de las resoluciones en cuyo seno se albergue la mancomunada voluntad de la generalidad.


Por supuesto, su elevada formación específica por la que fue destinado para su cargo, le proporcionará los suficientes resortes académicos o experimentados, para entender que, al abordar el enfoque de la sustancia, existe una vertiente conductiva hacia la eficacia y regeneración del área cuyas posibilidades de éxito, depende muy mucho de su habilidad para unificar criterios y enunciar postulados convincentes, lejos de partidarios enfoques fáciles de desvirtuar por criterios partidistas.


Pero no. No creo que usted sea partidista. Al contrario. Los genes del grupo al que pertenece, han convertido en históricos aquellos postulados sobre los que se sustenta su gestión, destinada – eso sí – al bien común y sobre todo a la evolución social como cometido primordial.


Seguramente su actividad diaria será sustentada por un equipo de personas eficientes, que habrán comprendido – dada su naturaleza – que su trabajo está destinado al servicio de la colectividad y, por lo tanto, su fiabilidad y abnegación, así como su objetividad en el cometido, lejos de toda duda, se verá inmerso en el más eficiente desarrollo de las pautas adoptadas en la mesa de trabajo, aquella donde la “lluvia de ideas” proporciona lo más creativo e incluso alocado de las personas.


Eso sí, la creatividad no debe faltar. No está todo en la técnica ni en la reglamentación, como usted bien sabe, por lo que imagino que sus iniciativas contarán si lugar a dudas, con mentes amplias de miras, a través de las que la localidad dé paso a la universalidad para mayor difusión y crecimiento. ¡Qué le voy a decir que usted no sepa!


Al ser delegado y por lo tanto sujeto al beneplácito de la superioridad participada en asambleas plenarias o plenos, sé que optará por convencer a través de criterios y efectividad demostrable que, aquellos presuntamente inusitados proyectos fuera de la normalidad o que fueran más allá de los estrictamente convencional y manido – cosa que Vd. no desea – ,resulten tan convincentes como irrefutables, al punto que la presunta oposición se quede con la boca abierta, sin saber qué decir y, sobre todo, sin alternativa posible.


Permítame augurarle un éxito más que plausible. Diría que casi seguro. Sé, con certeza, que contará con los todos los agentes sociales y sobre todo con los actores de su área. Aquellos cuya actividad profesional primero,  o vinculada después, puede sumar a su gestión la seguridad del estudio continuado y la consiguiente práctica y por lo tanto el conocimiento que tanto beneficio puede aportar a la citada comunidad y a su Delegación.


No le conozco, como decía al principio. No por eso habré de suponer o prejuzgar. Eso sería deleznable por mi parte. Muy al contrario, conservo la esperanza en la regeneración y sobre todo en la equidad y valoración además de la intencionalidad y moral, que su criterio concede a las personas a la hora de contarlas entre quienes, por capacidad demostrada, forman parte de aquel colectivo de actores al que me refería.


Guardo la confianza al reconocer el gran bagaje que detrás de sí atesora. Ello sitúa ésta, ya larga época de crisis, en un ciclo de imaginativas prioridades, cuyo resultado, lejos del baremo económico, proponga apertura de puertas y ventanas, propiciando aquella regeneración que oxigena endémicos derroteros de precariedad.


En definitiva y en positivo, solo hay una cuestión que, tratándose de su Delegación, puede ofrecerme duda: tener que conservar la distancia del tratamiento al no haber sido presentados.

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