Si todo tiene un antes y un después, el parque de la calle Cristóbal Romero, junto a la oficina de Aqualia, goza de una mejor vida después de las tareas de mejora que ha realizado la Delegación de Medio Ambiente y que tan orgulloso han dejado al delegado del área, Francisco Muñoz. El lugar ha recobrado una espléndida imagen con la retirada de los arbustos que impedían la entrada de luz en el parque, donde se ha repuesto el mobiliario infantil y creado unos funcionales caminos para evitar los charcos, como también se ha compacto el albero. Para Muñoz, se trata del “día a día” de su Delegación.