El Consistorio suple la dejadez de la Junta en la red de centros

Publicado: 26/08/2013
Ante el retraso del plan Ola, el Ayuntamiento actúa en los colegios con recursos propios. El Gobierno sugiere a la comunidad educativa que se manifieste ante la sede de Educación
Pese a que las obras del Plan Ola de la Junta de Andalucía en la red de centros educativos de Arcos se anunciaron hace casi dos años, a día de hoy la administración autonómica no ha movido ladrillo alguno, de ahí que el Ayuntamiento venga trabajando en colegios e institutos desde que comenzó el verano.


El objetivo del equipo de Gobierno ha sido que los centros estén en las mejores condiciones posibles para el inicio del nuevo curso, pero también suplir el aparente abandono de la Junta en sus proyectos de reforma o adecentamiento de los centros. El primer ejemplo es el colegio San Francisco, donde el plan Ola había previsto la mayor inversión (250.000 euros). Sin embargo, ha sido el Ayuntamiento el que ha actuado sobre las cubiertas del edificio para impedir que las aulas sufran filtraciones de aguas pluviales, como viene ocurriendo durante los últimos años. Si bien los trabajos aún no han concluido, las previsiones pasan por terminarlos antes de que comiencen las clases o antes de que lleguen las lluvias.


Trabajos de pintura, albañilería, cerrajería, fontanería o carpintería han sido constantes este verano en diferentes centros, incluso en los de Secundaria, en los que, según la Ley, la competencia es exclusivamente de la comunidad autónoma.  Aunque los trabajos en el CEIP San Francisco parecen los más importantes por la trascendencia de la obra, también se actúa en el CEIP Vicenta Tarín con trabajos de pintura en todo el colegio, en el IES Alminares, CEIP Juan Apreas, en la puesta en marcha del sistema contraincendios en el colegio El Santiscal, etc. También se ha conseguido recuperar los aseos clausurados durante tres años en el colegio Campoameno, entre otras obras realizadas en este emblemático colegio del barrio de María Auxiliadora.


Estas tareas se vienen realizando a través de operarios contratados en el Plan de Inserción Laboral de Arcos (PILA), y aunque de momento no hay una cuantificación económica, el Ayuntamiento se encargaría de comprobar el número de peonadas, gastos en material, etc., no descartando en este sentido pasar la factura de los trabajos a la Junta o, en su defecto, intentar que la comunidad autónoma reste esa cantidad de los impuestos que tiene previsto cobrar al municipio, lo cual sería un acto de justicia para el ejecutivo.


Según explicó durante su visita a las obras en los colegios la delegada municipal de Educación, Mercedes Álvarez, se trata de “un compromiso cumplido de este equipo de Gobierno con la comunidad educativa”. Por su parte, el alcalde de Arcos, José Luis Núñez, lamentó que la Junta no haya actuado todavía a través del plan Ola cuando lo ha anunciado en reiteradas ocasiones. Pero sobre todo lamentó la imagen de “tercer mundo” que en ocasiones han presentado los colegios, con múltiples deficiencias y desperfectos que ha tenido que ir subsanando el Ayuntamiento según sus posibilidades.


El delegado de Urbanismo, Manuel Erdozain, reivindicó “la suficiente conciencia” de los padres de alumnos ante el abandono de la Junta: “Tenemos que hacer un ejercicio de cara a la ciudadanía para ir hasta Cádiz y trasladar las quejas manifiestas de toda la comunidad educativa”. Posteriormente dejó caer la posibilidad de fletar varios autobuses desde Arcos con dirección a la sede educativa de Cádiz para recordar a la Delegación territorial que “Arcos también existe”.
Además, Erdozain criticó que después de dos meses el Ayuntamiento no haya recibido una respuesta positiva de la Junta sobre las obras planteadas en la red de centros educativos. Para el delegado, las actuaciones ejecutadas han supuesto “un esfuerzo enorme para este equipo de Gobierno, pero no buscando un rédito político, sino atendiendo las demandas de la comunidad educativa” y las necesidades en este sentido de los colegios.

El alcalde de Arcos quiso hacer mención especial del caso del ciclo de cocina del IES Alminares, cuya sede se traslada al edificio conocido popularmente como San Miguelito, junto al colegio San Miguel. Después de que la Junta acabase la obra, sorprendentemente el Ayuntamiento ha tenido que emplearse a fondo en la instalación de una red desde el transformador eléctrico de la zona para dar servicio al edificio; una cuestión básica que, inexplicablemente, no había sido tenida en cuenta en el proyecto de la Junta. Solo esta operación ha costado al municipio 40.000 euros. Además, fue también en su día el Ayuntamiento el que intervino adecentando la plaza de entrada al edificio  y reponiendo los muros exteriores del contiguo CEIP San Miguel. Más ejemplos, en definitiva y según el alcalde, de cómo el Ayuntamiento está cubriendo las responsabilidades de la Junta de Andalucía, a la que acusó de llevar más de dos años sin invertir un solo euro en la ciudad y en materia educativa.

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