La parroquia de San Pedro y la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno han presentado un proyecto que se desarrollará en breve en la iglesia de San Agustín, consistente en la instalación de una zona de columbarios donde hermanos y feligreses podrán depositar los restos mortales incinerados de sus familiares que así lo desearan en vida. La zona de columbario tendrá capacidad para unas 300 unidades.
Este proyecto surgió hace tiempo para dar respuesta a este lugar como “un espacio sagrado”, explicaba en la presentación el párroco y director espiritual de la hermandad, el sacerdote Juan Antonio Vital. Nació como un plan pastoral que también se ha desarrollado en otras parroquias diocesanas, que así siguen el consejo del propio papa Francisco de crear lugares sagrados dentro de las parroquias.
En concreto, el columbario se sitúa junto a las velas de la iglesia. Los beneficios económicos servirán para el mantenimiento del templo y de la propia hermandad, pero también servirán como reclamo para que la feligresía siga visitando San Agustín como un lugar de devoción clave. El párroco agradeció a este respecto la labor de la hermandad y de su hermano mayor, Antonio Aguilar, quien ha invitado a feligreses y hermanos a apoyar esta iniciativa. La hermandad ofrecerá la información a las personas interesadas en depositar en San Agustín las cenizas de sus seres queridos “para que no se pierda su memoria”.