De la Guerra de Secesión americana tuvieron la culpa Abraham Lincoln y los esclavos negros. Quisieron liberar la esclavitud. Es evidente que si los Estados del norte hubieran dejado a los Estados esclavistas del sur tranquilos con su sistema no habría habido una guerra civil en los Estados Unidos. ¡Por eso se alegró hasta Carlos Marx! Escribió Marx a Lincoln una carta en términos elogiosos: “…a Abraham Lincoln, hijo honrado de la clase obrera, le ha tocado la misión de llevar a su país a través de los combates sin precedente por la liberación de una raza esclavizada y la transformación del régimen social”. Es el reconocimiento de la culpa. Si todo hubiera quedado igual, se habría evitado la guerra.
Lo mismo se puede decir de la Segunda Guerra Mundial. Inglaterra, Reino Unido académicamente, -y particularmente Chamberlain y Winston Churchill- deberían haber aceptado que un pueblo, a todas luces superior como el pueblo alemán, se apropiara de Polonia, lo mismo que hicieron con los Sudetes checos, porque estaban habitados por poblaciones germanas y con la pacífica anexión de Austria.
Deberían haber aceptado los hechos consumados en lugar de indignarse y anunciar que declaraban la guerra a Alemania, como Francia. No hubiera habido Guerra Mundial sin el empecinamiento de parar los pies a Hitler. Lo mismo se puede decir de la “cuestión judía”. Los judíos habían sido mediadores internacionales entre la guerra y la paz pero, ante la guerra de aniquilación, su papel dejó de ser relevante, como señala Hannah Arendt. Fueron, por tanto, carne de exterminio por su culpa.
Con estas esclarecedoras claves históricas ha iluminado a toda España el llamado en los tiempos de la transición, Nacho de Noche, Ignacio Camuñas, en su charla sobre la Guerra Civil Española ante un sonriente Pablo Casado, en un acto de la Fundación del Partido Popular denominada de la Concordia. Aclaró a la audiencia que no hubo golpe de Estado en julio del 36, ni levantamiento militar, que el gobierno de la II República Española fue el único culpable de la Guerra Civil Española.
Así pues Lincoln, Churchill, Azaña son los culpables de los conflictos bélicos que provocaron. Ni los esclavistas del general Lee, ni Hitler, ni Franco, que sólo hicieron cumplir con su deber de poner un merecido yugo a sus pueblos. ¡Qué disparate! ¡Qué vergüenza!