Ya parece que hasta mediados de la semana próxima no van a existir nuevas noticias
Joaquín Morales sigue sin oficializar la compra de un Xerez que se encuentra totalmente descabezado, sin presidente y con un consejero delegado hundido en el esperpento y en la mentira. Ayer dejó a una emisora nacional, como Radio Marca, tirada y sin declaraciones cuando había pactado entrar en directo a las dos de la tarde. El bochorno no fue para él, sino para un Xerez que no tiene la culpa de estar en las manos en las que está. Le dijo Morales a la Plataforma Salvemos al Xerez que ayer iba a hacer un comunicado oficial. Supuestamente se fue a Argelia y todo ha quedado parado. Ahora se habla de que el jueves se puede escenificar una venta en la que nadie cree y a un argentino del que poco o nada se sabe, aunque las negociaciones con Schuster no están rotas.
Pero es que, mientras eso ocurre, el club se encuentra parado a nivel deportivo. Se tendría que estar hablando de refuerzos, pero la dirección deportiva está atada de pies y manos. Primero porque con la Ley Concursal no se sabe con cuánto dinero se podrá contar para invertir en el mercado invernal y, segundo, porque con el tema de la venta tampoco se sabe si van a llegar de verdad nuevos inversores y qué idea tienen esos inversores. Desde la secretaría técnica se trabaja pero la situación es complicada, porque hay jugadores que ya no pueden venir y, además, a la vista de la situación clasificatoria la idea inicial, o al menos eso se dijo en su momento a través de distintas apariciones de los responsables de la parcela, era que algunos de esos refuerzos estuviesen ya entrenando con el equipo, de cara a que pudiesen debutar en la primera jornada del mes de enero.
Y es que deportivamente no hay tiempo que perder y se está perdiendo un tiempo precioso. El Xerez, con estas circunstancias que se están dando en lo institucional, ya va tarde y mal para encarar el mercado invernal. Lamentable pero totalmente cierto.
Cierto es, igualmente, que el tema de la venta, de la Ley Concursal y de la flaqueza institucional está comenzando a pasar factura en el seno de la propia plantilla. Un ejemplo de lo expuesto lo ponía ayer Antoñito, uno de los hombres con experiencia dentro de la plantilla. El sevillano comentaba que “esa es la pena que nos da a muchísimos. Todos los años es igual. No hay algo que asegure el futuro del club. Somos nosotros y la afición los que estamos aquí. Queremos soluciones ya. El que venga, si tiene que venir, que venga ya. La pena es que se habla más de los argentinos o de Schuster que del importante partido que tenemos”.
Ziganda tampoco se ha quedado atrás en sus manifestaciones y decía que “no he vivido nunca esta situación (se refería a la ausencia de presidente y el vacío de poder existente en el club), pero tampoco descubro nada. No es algo muy típico, es una situación atípica. Lo ideal para todos es que todo el mundo estuviese pendiente del tema deportivo, que ya de por sí es preocupante. Tenemos que centrarnos en ello. Lo que pasa es que todos somos personas, sabemos leer, escuchar y llegan todo tipo de comentarios por todos lados, pero nosotros no podemos hacer nada, no podemos cambiar esta situación. Lo único que podemos hacer es pelear con el Racing. Eso es lo único que está en nuestras manos”.
Casado ha dicho que se habla poco en el vestuario y que “hasta que no sea algo definitivo no sé nada”