El pabellón presenta muchas deficiencias, tanto en el techo (que cuando se moja acaba afectando a la práctica deportiva) como en el pavimento, ya que hay goteras en muchas partes del mismo. Por otro lado, el parqué hace siglos que no se toca y está hundido en muchas partes donde no se puede ni botar el balón, además de provocar muchas lesiones de rodillas y tobillos en nuestros jugadores”.
Con respecto al pabellón de La Angelita Alta, asegura que, debido a la gran demanda, no entienden por qué continúa cerrado al público. Admite que “tenemos dos equipos senior en Primera Nacional y uno en categoría provincial que tienen que alternar la utilización de la pista central del Pabellón”, sin que sea lógico.