Los resultados del semestre de Iberia, con unas pérdidas de 165 millones de euros, han añadido más “leña al fuego”, y han confirmado el anuncio realizado a principios de año por su anterior presidente, Fernando Conte, de que en 2009 sería prácticamente imposible tener beneficios.
Iberia, Spanair, Air Europa, Vueling, Air Nostrum, Air Comet y Binter llevan prácticamente un año adaptando su oferta a la demanda para compensar la caída de pasajeros, una disminución que a fecha de 31 de julio superaba el 13%.
En comparación con el tráfico de julio de 2008, Iberia ha bajado el 4 por ciento; Spanair, el 25,3%; Air Nostrum, el 11,5%; Vueling, el 63,2%, y Binter Canarias, el 19,4%, mientras que Air Europa creció en ese mes el 2%.
Las actuaciones para paliar la crisis, que ya ha dejado a un buen número de aviones en tierra, van de la reducción de capacidad al uso de aviones más pequeños en determinados trayectos para ahorrar costes, o “al duro y puro” expediente de regulación de empleo (ERE).
El presidente de Iberia, Antonio Vázquez, que sustituyó en julio a Fernando Conte, ha anunciado que dentro del Plan de Contingencia de la compañía se reducirá más la capacidad, pasando del recorte del 4,3% previsto para este año a un 6%.
Este descenso será del 10,4% en los vuelos domésticos, del 8,9% en el medio radio, y de hasta el 6% en el de larga distancia en el que la compañía se ha resentido más por la caída del viajero en business.
Pero el resto del panorama no es mejor. Así, la “nueva” Spanair se mueve entre convulsiones que no la dejan despegar en esta segunda o tercera etapa de su existencia y a los resultados operativos negativos, que se prevén obtener en 2009 se han añadido los conflictos internos.
La huelga por parte del personal de tierra por el traslado de la sede desde Palma a Barcelona y la aplicación del ERE a 764 personas han lastrado a Spanair en un año muy revuelto, con el accidente de Barajas en agosto de 2008 en el que murieron 154 personas.