Profesionales de la Unidad del Dolor del Hospital de Riotinto, en el Área de Gestión Sanitaria Norte de Huelva, han publicado una guía clínica enfocada a la mejora de la asistencia a los pacientes que padecen dolor crónico de origen no oncológico, que sirva de referencia y orientación práctica al personal de atención primaria y de los distintos servicios hospitalarios que tratan a esta clase de población diana.
El manual, realizado por los especialistas de la unidad bajo la coordinación del facultativo Manuel Jesús Rico Borrego, abarca todo el proceso de atención al paciente en este ámbito, ha informado la Junta en una nota.
Así desde la descripción, diagnóstico y evaluación del dolor a los tratamientos farmacológicos más indicados en función del estado de la persona afectada, el uso adecuado de analgésicos y opioides según las escalas fijadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la aplicación de técnicas intervencionistas o alternativas cuando fallan otras acciones terapéuticas previas, el abordaje de episodios de agudización y la corrección de efectos secundarios no deseados, abarca esta guía, cuya elaboración se encuentra avalada por la Sociedad Andaluza del Dolor y Asistencia Continuada.
En cuanto a las diferentes áreas temáticas tratadas, la publicación profundiza en los tipos de dolor existentes, sus síntomas, características y localización, así como incorpora una escala de medición de su intensidad.
También se detallan de forma pormenorizada las distintas alternativas terapéuticas para cada uno de ellos, los tratamientos farmacológicos más efectivos y las recomendaciones a fin de evitar efectos secundarios o de tolerancia en los mismos.
Otros apartados recogidos son el afrontamiento de los episodios de crisis (se estima que entre el 60-75 por ciento de los pacientes los sufre en algún momento del proceso) y los criterios para el empleo de técnicas intervencionistas, ya de tipo invasivo, en aquellos casos en que se requiere su uso. Entre estos procedimientos se encuentran los bloqueos epidurales y locorregionales, que se llevan a cabo en quirófano y mediante el uso de ecografía para in-crementar la precisión, las técnicas de electro-estimulación transcutánea o las perfusiones ambulatorias.
Los contenidos se han reforzado con ejemplos prácticos de tratamientos concretos para cada clase de dolor, explicaciones sobre la interacción que se puede producir entre los fármacos prescritos y otros que tome el paciente, y bibliografía de apoyo.
UNIDAD DEL DOLOR
El Hospital de Riotinto cuenta desde 2013 con una unidad específica para atender de forma integral y preventiva a los pacientes con dolor crónico de origen no oncológico, facilitándoles el acceso a una nueva área asistencial cuando otras opciones terapéuticas previas como la quirúrgica o la rehabilitadora no han surtido el efecto deseado. Su funcionamiento es posible gracias a un equipo multidisciplinar de profesionales, integrado por facultativos anestesistas y personal de Enfermería.
La población diana de este servicio, dependiente desde el punto de vista funcional de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) Bloque Quirúrgico del hospital, la componen pacientes derivados de otros departamentos, fundamentalmente desde Medicina Interna, Traumatología y Rehabilitación, con diagnóstico de dolor crónico no oncológico y que requieren de esta otra atención especializada para su recuperación.
Se considera dolor crónico aquel que persiste durante más de tres meses, con intensidad moderada y que deteriore la capacidad funcional del paciente. En este caso, los usuarios a quienes va destinada la unidad son los que tras un tratamiento anterior no han conseguido controlar el dolor. Entre las patologías más frecuentes incluidas en esta categoría están los problemas osteomusculares y las dolencias neuropáticas.
En este sentido, el dolor tiene serias consecuencias emocionales, sociales e incluso económicas para el paciente, incrementando por cinco la probabilidad de utilización de los servicios sanitarios. Según datos recogidos en un estudio internacional, el 11 por ciento de la población sufre dolor crónico a lo largo de una media de nueve años. De ellos, el 22 por ciento necesita entre cinco y diez años para alcanzar un control adecuado de este dolor.
Dada la complejidad e incidencia de esta problemática, la Consejería de Salud ha desarrollado el Plan Andaluz de Atención al Dolor, único a nivel nacional y que recoge diversas líneas de intervención sobre las distintas variantes de dolor, desde una perspectiva que abarca no sólo su tratamiento, sino también la prevención, promoción de hábitos saludables y formación de profesionales y pacientes. La creación de esta unidad en el Hospital de Riotinto se enmarca en el plan.