Los coros volvieron a repartirse en tres recorridos que partieron de Mina y Candelaria y las ilegales y agrupaciones oficial es tomaron la calle en la jornada de lunes
El lunes más gaditano no defraudó un año más, ofreciendo un abanico de posibilidades para todos aquellos que quisieran disfrutar de las mejores coplas de Carnaval. El carrusel de coros volvió a ramificarse por todo el casco antiguo, y los tangos sonaron desde la plaza de San Juan de Dios hasta Candelaria, pasando por Mina, Ancha o Palillero. San Francisco volvió a contar con un ambiente excepcional, al igual que la plaza de Candelaria, donde el tablao de La Estrella dio vida con el concurso de chirigotas. Desde el mediodía las agrupaciones ilegales ya compartían las esquinas y recodos de las calles cercanas a la plaza de Abastos. San Francisco Javier volvió a ser un escenario improvisado para muchos de los grupos. Las agrupaciones participantes en el COAC tampoco dejaron pasar su cita con el Carnaval más callejero. Una de las sensaciones de la jornada fue la actuación de la comparsa de Martín, La mare que me parió, en la Torre Tavira. Como siempre la escalerilla de Correos tuvo vivió una tarde sensacional, donde se alternaron tanto ilegales como romanceros o agrupaciones legales. El coro a pie de Pecci y Tino Tovar caminó por las calles interpretando sus coplas, en rincones como la calle Ancha o la plaza del Palillero, donde no les faltó la compañía de los buenos aficionados. El tiempo acompañó en una jornada de lunes de Cadi Cadi, donde la fiesta local se plasmó en un ambiente inmejorable de Carnaval en las calles.