El secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal), Andrés Sánchez, cree que los bancos usan el dinero que les ha inyectado el Gobierno para “posicionarse y tapar sus agujeros” pero no para ayudar a las pymes y a las familias. 

En una entrevista concedida a Efe, Sánchez se mostró preocupado por la situación de falta de liquidez en las empresas y aseguró que si el Gobierno está inyectando dinero a las entidades financieras para facilitar el crédito a las pymes como asegura “creo que no nos están contando toda la historia”. 

Las empresas, dijo, no están recibiendo créditos y si lo hacen es “en condiciones horribles” ya que los más baratos que se conceden actualmente doblan el Euribor. 

“Me da la sensación de que igual que hay empresas en quiebra técnica, hay algunas entidades financieras que están en esa situación”, dijo Sánchez, quien abogó por que eso se sepa cuanto antes para hacer un diagnóstico claro “de cómo está el enfermo y volver a funcionar”. 

Aunque las previsiones de empleo en la industria apuntan a que no caerá demasiado y, concretamente en el metal, la situación no es “dramática” todavía, “las cosas se empiezan a complicar”. 

Sin embargo, Sánchez considera más preocupante la actividad del sector porque los pedidos han disminuido casi un cuarenta por ciento y en el caso del aluminio “hace meses que no se reciben”. 

Sólo en noviembre de 2008, la actividad del sector del metal (que incluye industria, comercio y servicios) cayó el 22,2% en tasa interanual (en octubre lo hizo el 14,4%) y en el acumulado de los once primeros meses del año se redujo el 5,6%. 

Esta caída hasta noviembre, “contrasta” con el incremento del 5,1% registrado en el mismo periodo de 2007, más de diez puntos de diferencia, subrayó Sánchez. 

La fabricación de vehículos de motor sufrió la mayor caída en noviembre, el 39,3%, seguida de la metalurgia, el 32,8% y la fabricación de maquinaria de oficina y ordenadores, el 30,8%. 

Sánchez aseguró que el Gobierno “no nos explica nada a la patronal” y le advirtió de que si no se consigue acceder al dinero, “llegaremos a los cuatro millones de parados antes de noviembre”. 

En este sentido, alertó de que, aunque el empleo industrial es muy sólido y las plantillas están bien dimensionadas, la industria española “no va a crecer” en cuanto al número de trabajadores. 

“No nos engañemos, la industria no va a crecer, en España sólo crece la construcción y eso es cíclico, por eso hay tanto trabajo temporal. 

Y como este sector ha caído, a esos trabajadores no va a poder absorberlos la industria ni ningún otro sector”. 

En su opinión la industria “lo que no debe hacer es decrecer” y para ello requiere inversión, I+D, apoyo, impuestos más bajos, formación y un mercado laboral acorde". 

Al respecto matizó que una reforma laboral no significa despido libre, sino facilitar la movilidad geográfica y flexibilidad horaria y funcional. 

En cuanto a los salarios, Sánchez dijo que todo lo que vaya en incrementos salariales “no irá a inversión ni a creación de empleo” y con esta consideración deben trabajar sindicatos y empresarios.