En rueda de prensa, el obispo ha reconocido estar “verdaderamente impresionado” por las situaciones de necesidad que están pasando tantas familias, apuntando que “todo lo que hagamos es poco para impulsar una ayuda mayor y mejor”.
De ahí esta campaña, que incluye la posibilidad de una domiciliación bancaria de las ayudas de caridad a una cuenta cuyos fondos “se destinan directamente a la asistencia de las necesidades primarias y básicas de las familias”.
Así, ha invitado especialmente a quienes actualmente no colaboran con nada, a quienes pide que sean “sensibles”, y también a empresas y sociedades que quisieran colaborar y quieran hacerlo de manera institucional.
En el marco de estas “formas estables de participación”, el obispo invita a plantearse donar “una cantidad proporcional al sueldo” y ha recordado “la costumbre antiquísima de contribuir con los diezos y primicias a sostener las necesidades de la iglesia y de la caridad con los pobres”.