Antonio Recio Díaz, uno de los detallistas y propietario de 15 de los 66 puestos que alberga el Mercado, aunque buena parte de ellos estén cerrados, está más que disgustado con la actual Presidenta de la Comunidad, Adolfina Muriel Povedano y su junta, por varias razones.
Para Recio “el mal funcionamiento de la Comunidad, la disparidad en las cuotas a pagar -es decir, entre los que le exigen que pague y lo que él opina que debe pagar- y el mal estado del edificio" hacen que la situación actual allí sea insostenible. Además no ve claras las cuentas de la Comunidad, con unos gastos excesivos debidos a unos epígrafes que no lo justifican, como son “los más de 3.500 euros al mes que pagan por la limpieza del edificio”.
“Los aparcamientos no se hacen, la zona de carga y descarga está comprometida al compartir las instalaciones con los juzgados, y eso no es cómodo ni para minoristas ni para clientes”, añade.
Capítulo aparte en las quejas de Recio son los puntales instalados en la planta sótano del edificio a instancias de la Delegación de Justicia de la Junta, “al principio pagábamos unos 1.600 euros al mes, ahora se pagan unos 600, pero es que se podrían tener en propiedad y solamente costarían unos 5.000 euros con un único
desembolso”.
El comerciante desea que lo que ingresa la comunidad se vea reflejado en mejoras par el mercado, no en vano, acaba de pagar más de 17.000 euros a la misma y “quiero saber cuánto pagan los demás”.
Recio no pretende otra cosa que los usuarios del mercado tengan las mismas comodidades que tienen los clientes de los otros mercados y grandes superficies de la ciudad, por ello, también, pide a las administraciones un mejor trato para los minoristas, “si no, desapareceremos”, concluye.