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El buen karma

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Entre el frío polar y los informativos de a diario a uno cada día le cuesta más despegar las sábanas del cuerpo y echar a andar por las mañanas porque, sinceramente, no sabemos muy bien hacia dónde nos lleva este agónico caminar. Semana intensa entre reforma laboral, lío público en el Psoe y sus listas, lío camuflado en el PP y sus listas, episodios nuevos sobre subvenciones irregulares de la Junta esta vez en desviación de planes de empleo en Delphi, aseguradoras imputadas en procesos de prejubilaciones –Vitalia, Uniter-, mal olor en entidades financieras como Banca Cívica que al margen de miles de despidos parece metida en un soberano embrollo sobre acciones preferentes que pintan peor que mal, y desánimo general porque de los brotes verdes de antaño nos despertamos en caída libre sin red. En definitiva, una semana más, si de sumar se trata, o una menos, para quien restar prefiera. Como la protagonista de Maldito karma, estupendo y divertido libro de David Safier que me alentó ante el helor general y que hoy recomiendo, intentaré sumar, en este caso buen karma, para que en una reencarnación venidera, de haberla, me toque un mejor ser bajo la piel que habito, que difícil no es, y de paso reconfortar a mi entorno.

Cierre de filas. La sección habitual sobre la crisis interna del socialismo andaluz derivó, como de esperar era, en batalla interna por las listas para cuadrar corrientes en Sevilla y Cádiz, donde los niveles de enfrentamiento han causado estupor entre analistas del mundillo de la comunicación política, que se cuestionan si debe ser ésta una nueva tendencia para desde el caos público y ante la escasez de discurso llamar la atención del electorado. Pudiera ser, siempre trazó el Psoe senderos nuevos en la búsqueda y el control de los estados de opinión.
El portazo de Viera en Sevilla activó las bisagras en Ferraz, donde muy contentos no están ante el hecho de que los suyos anden de pelea pública y nadie se centre en la reforma laboral de Rajoy, que era el tema a machacar de la semana y del que los de aquí han pasado ante la tormenta interna. Griñán y Díaz en Madrid se mostraron intransigentes negociando Sevilla, pactaron con Gaspar dejar de tres a Mar Moreno en Jaén, dejando lo de Cádiz para el final tras lo sucedido en el comité provincial y la idea de Cabaña de dejar fuera de su lista todo atisbo de una corriente renovadora que tras el congreso y el apretón del secretario provincial venía desde demasiado abajo como para mover a Pizarro de la silla del uno. Cedió Cabaña, no obstante, sin intercambiar cromos en otras provincias como pretendía y siendo intransigente con las posiciones de Cádiz, con Rocío Arrabal, y Algeciras, Raquel Arenal, pero aceptando a Menacho y a Jiménez Barrios entre los seis primeros, que son los que tienen opciones de salir, y no a Rafa Márquez, que irá de siete, ni a Isabel Armario, de ocho, que es la cara nueva que quiere promocionar el Psoe griñanista para los nuevos tiempos de Jerez.

¿Jerez? Aumenta la tensión interna entre Pelayo y Loaiza, palcos de por medio y rescate de la recaudación a Diputación sin que quede claro el acuerdo con Urbaser ni los pagos comprometidos con las tomas de razón; lo de Onda Jerez camina hacia disolución sin remedio cuando el administrador concursal concluya en eso mismo y nadie le haga cambiar de idea y todo hace indicar que tras la reforma laboral, y en base a la disposición adicional que incluye a todas las entidades del sector público en la posibilidad de presentar ERE y más al eliminar la negociación de suspensiones de contratos colectivos o reducciones de jornada laboral, todo circule hacia un plan de ajuste enérgico tras el 25M, la fecha. Lo llaman plan oculto, tal vez la hoja de ruta esté trazada, tal vez solo sea una idea, tal vez no sea para 800 personas como resuena por los pasillos, tal vez sea para algunos menos, o para algunos más. El puñetero tal vez tiene de los nervios a mucha gente. Tal vez un día hablen claro, aunque opino que con el rescate de la recaudación se garantiza la nómina para silenciar el pitido de la puerta, con la venta de Ajemsa de planificarán pagos a contratas y proveedores y un ERE regularizará la nómina municipal para, todo unido, reducir deuda.
Claro habló el PP cuando dio a conocer sus listas por Cádiz, donde el debate se camufla y el decreto azul funciona aunque la consigna sea no hacer ruido que para eso están los tertulianos de la mesa de enfrente. Ruiz Sillero se ha movido lo suyo para que no la movieran del dos, seguida de Algeciras, fuerte en lo orgánico, con Jacinto Muñoz, y después Ana Mestre, cercana a Sanz por alejamiento forzoso con Teo. Ruiz Canto y Pedemonte (San Fernando), Malia (Barbate) e Izquierdo (Rota) hasta el ocho, que son los que optan. En El Puerto, caído al trece con Bornes, se dice que pintan poco, excepto Candón, que desde Madrid planifica su estrategia para que en un futuro pinten más, con él. Sanz lo sabe, deja que el conflicto fluya y más adelante verá qué hacer, aunque a Moresco le puso él y hasta nueva orden le mantiene. Decreto azul. De momento, todos cierran filas cual obediente ejército y a lo siguiente, que es…

Campaña. Tras el cierre de filas con las listas de ambos dos, y para desgracia nuestra, ahora empezará otra campaña, qué pereza. Y sensaciones tengo que entre Javier Arenas y la jueza Alaya nos van a meter Eres fraudulentos, subvenciones idem, aseguradoras como Uniter en medio del tránsito monetario de, por ejemplo, Delphi, y en definitiva corruptelas variadas hasta en esa sopa por aquí bautizada puchero. Y cuanto más uno sabe más se da uno cuenta de lo feliz que uno era en la ignorancia, algo así como el irregular crecimiento óseo sobre la cabeza, o sea los cuernos, que cuando asoman ya lo quieres saber todo y a medida que indagas caes en la cuenta de lo pardillo que has sido y, claro, sufres el doble, por los cuernos y por tonto. Es solo un ejemplo, conste.
No sé hasta qué punto el PP medirá hasta dónde será necesario ventilar públicamente el fétido aroma porque eso puede elevar a niveles incontrolados el descrédito de la gente hacia el sistema y eso termina arrastrando a todo el mundo, incluidos ellos, y es por esta razón que cuando entran en instituciones no airean las alfombras como habían prometido en campaña. Lo de la Junta suena a difícil de tapar y cuesta entender que toda la trama fuera fruto solo de la desviación ética y estética de un director general, el tal Guerrero, y que nadie más supiera de los asuntillos que internamente se tramaban y, siendo así, peor. ¿Nadie? ¿No hay ningún control de la caja pública y sí al céntimo de lo que gano para que hacienda puntualmente me facture? Lo dicho, pardillos.

La herencia. Tomás y Jaime son un jerezano de padre holandés y un sanluqueño de sanluqueño padre –qué Tino-, que gracias a Blanca e Irene, mamás fuertes y felices de gaditana genética y se me eriza el pelo pensando en la grandeza de un asunto que no por cotidiano deja de ser enorme, han venido a nuestro mundo esta fría y caótica semana donde, como dijera al principio, los informativos te hielan hasta el espíritu. La mejor noticia siempre es la vida y debería ser espacio fijo como el tiempo en el telediario pero nos olvidamos de contarla entretenidos como estamos en irnos haciendo la puñeta por zonas, por eso hoy termino con Jaime y Tomás, a quienes espera una hermosa vida por delante donde, seguro, no les faltará el cariño, y eso ya es mucho. Pero nuestra responsabilidad, además, es evitar ser la primera generación en la historia que a sus hijos dona un mundo peor del que de sus padres recibió y por ellos, y por otros tantos que a diario nacen, estamos obligados a entendernos, a sumar buen karma, a mezclar talento y trabajo y a ser, me repito, competentes y competitivos desde lo individual como método de fortalecimiento colectivo.
Tomás y Jaime, bonitos nombres. Para ellos el mejor de mis sentimientos envuelto en celofán, azul o rojo. Porque donde hay vida no hay color, solo esperanza.

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