Inaugura la novena noche de clasificatorias en el Falla el coro de Charo Quintero, que se presenta encarnando a los guardianes de un grimorio -un libro de hechizos- que esconde la esencia del Carnaval de Cádiz. Incisivos desde el primer tango, para la colaboración desinteresada de los coristas de la ciudad en el espectáculo central de Cádiz Fenicia. Una letra que se torna en crítica con el Ayuntamiento por su política de despilfarro. Guerrillera también la segunda, una denuncia de la situación actual de una ciudad que no ha cambiado en 40 años, tal y como el autor ha ido narrando a lo largo de los años. Pero la solución no se consigue cantando, sino luchando en la calle, reivindican. A menos en los cuplés, para la moda de pasear al perro como si fuera un bebé y para el uso de la IA que hacen los poetas. El apartado vocal cojea en el popurrí. Con todo, digna actuación.
Lo mejor La pluma punzante de sus tangos, ambos de tono crítico
Lo peor Al grupo le falta fuerza y las voces no siempre van bien conjuntadas