El paso adelante de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para liderar el PSOE de Andalucía plantea interrogantes a resolver en las próximas semanas y meses, como son la labor de oposición en el Parlamento andaluz, en el que ella no tiene escaño, o su papel político a nivel nacional.
Montero, que además de vicepresidenta y ministra del Gobierno es vicesecretaria general del PSOE a nivel nacional, ejerce desde la tarde de este miércoles como líder 'de facto' del PSOE andaluz, hasta que el congreso regional de febrero la elija oficialmente.
La oposición a Juanma Moreno en el Parlamento
Los socialistas cuentan ahora con treinta diputados en el Parlamento de Andalucía, cuyo grupo está presidido por Juan Espadas y la portavoz es Ángeles Férriz. Montero estará fuera de la Cámara autonómica hasta las próximas elecciones, por lo que no podrá hacer labor de oposición al presidente de la Junta, Juanma Moreno, durante año y medio, si se cumplen los plazos electorales.
La dirección del grupo socialista deberá ser remodelada y Montero deberá elegir a un diputado que sea la cara visible de su estrategia política en el Parlamento. Además, aún no se ha despejado la incógnita sobre si Espadas, portavoz del PSOE en el Senado, seguirá en su escaño o lo dejará (si se va, la siguiente en la lista es Verónica Pérez, fiel amiga y compañera de la expresidenta Susana Díaz).
La oposición institucional de Montero a Juanma Moreno deberá hacerla 'desde fuera', como ya le ocurrió en su momento a Espadas, aunque en este caso será más tiempo, pero tendrá la ventaja del potente altavoz que suponen sus cargos institucionales en el Gobierno de España.
Su papel a nivel nacional
Ese es otro de los interrogantes que se plantean ahora, qué papel va a seguir jugando Montero a nivel nacional, donde ostenta las mayores responsabilidades del Gobierno que dirige Pedro Sánchez, lo que le ofrece ventajas e inconvenientes a la hora de trabajar en Andalucía.
La socialista, como ministra de Hacienda, tendrá en su mano decisiones muy relevantes para la comunidad, como es, sobre todo, la financiación autonómica, lo que le puede dar una gran baza política, pero también le sirve al PP para intentar erosionar su candidatura.
A nivel de partido, parece más difícil compaginar la Vicesecretaría General del PSOE con la Secretaria General del PSOE de Andalucía. Montero también ha tenido un importante peso en las negociaciones del PSOE con los partidos a su izquierda y con Junts.
La renovación del partido
La próxima secretaria general del PSOE-A tendrá que confeccionar un equipo que permita renovar el partido y reflotarlo, ya que los socialistas, tras perder por primera vez la Junta en 2018, encadenan elecciones perdidas a todos los niveles frente al PP.
La elección de su 'número dos' en el partido será clave, así como la ejecutiva que decida conformar, ya que ella ha asegurado que será un proyecto de unidad, "de todos", algo que los críticos han afeado que no hiciera Juan Espadas durante los últimos años.
Además, en el proceso congresual iniciado se van a renovar este año todas las estructuras provinciales, por lo que Montero tendrá la oportunidad de diseñar el equipo a todos los niveles.
