Íntima amiga de Carlos Ferrando desde hace décadas, Lydia Lozano no se ha querido perder el homenaje que Alejandra Grepi y César Heinrich han organizado este domingo en un conocido local de Chueca, Madrid, para recordar al periodista tras su fallecimiento el pasado 13 de agosto poco después de ser operado de una hernia.
Una fiesta muy especial a la que han asistido numerosos amigos como José Manuel Parada, Marlene Mourreau, Jenny Llada, o Pastora Vega, y en la que rostros como Norma Duval o Carlos Herrera estuvieron presentes a través de emotivos vídeos en los que hablaron con cariño del periodista, uno de los pioneros de la crónica rosa de nuestro país, pero en la que no han estado ni Terelu Campos ni Carmen Borrego.
Ausencias que han sorprendido teniendo en cuenta la amistad que su madre María Teresa Campos tenía con Carlos Ferrando, pero que no han llamado la atención de Lydia, que ha dejado entrever que su relación no era tan estrecha como creíamos hasta ahora: "Yo toda la vida he estado al lado de Carlos. Una cosa es trabajar con alguien, y otra cosa es compartir noches, madrugadas, viajes. Yo nunca he visto a Terelu y a Carmen Borrego al lado de Carlos. Nunca he visto que me dijese,' no voy porque he quedado con Terelu', o, 'ay Lidia, soy compañero de Terelu, ¿te vienes conmigo?'". "Cuando falleció hicieron una dedicatoria porque ha trabajado mucho tiempo con María Teresa Campos, realmente, yo sé el cariño que le tenía Carlos a María Teresa Campos" asegura, dejando claro que la relación del tertuliano era con la madre pero no con las hijas.
Cambiando de tema, y sin pelos en la lengua como siempre, la colaboradora nos ha hablado de uno de los episodios que relata en el libro que publica este lunes, 'La venganza de la llorona', y que tiene como protagonista a Isabel Pantoja, culpable del único despido que figura en su extensa carrera televisiva. "Yo trabajaba con Agustín Bravo cuando ella llama al programa y dice 'estoy harta de la familia Rivera'. Yo trabajaba en 'Tómbola' y ella llamó al mandamás de la presidencia de Andalucía y le dijo que no quería verme y me tuve que ir a mi casa. Y es el único trabajo que me han echado" desvela.
Un poder el de la tonadillera que Lydia no envidia para nada: "¿De qué vale el poder cuando es una mujer tan triste? Hija, si tienes poder y dinero, disfrútalo, pero no te hablas con tus hijos, no ves a los nietos, estás encerrada con tu hermano que no lo soportas.... Ay, Dios mío, ¿por qué está con el hermano? Si pudiéramos hablar..." sentencia, dejando en el aire qué información conoce sobre Isabel y Agustín Pantoja y no puede contar.
