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Mayores Vecinales agradece la visita al Poblado de Doña Blanca

Muchos de ellos, a pesar de los años que hace que viven en la ciudad, no lo conocían

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  • La visita.
La sección Mayores Vecinales de la Flave mantuvo una reunió el jueves para hacer una valoración acerca de la visita al Castillo de Doña Blanca, calificándola como muy positiva, según expresa su junta directiva, encabezada por su presidente, Antonio González.

De igual modo, los participantes quieren agradecer la buena gestión de la Concejalía de Blanca Merino, con su edil al frente, blanca Merino, así como del Delegación Provincial de Cultura, cuya colaboración ha sido posible gracias al PSOE.

De la visita guiada quedaron encantados todos los participantes, sobre todo del trato recibido por parte de la guía, quien utilizó un lenguaje muy cercano a los mayores y del personal de los autobuses que los llevaron hasta el destino de la cita cultura, igualmente por su buen trato, por ello la junta directiva de Mayores Vecinales quiere agradecer la disposición mostrada por ambos colectivos.

Así, destaca la junta directiva de esta sección de la federación de vecinos que, a pesar de llevar viviendo tantos años en El Puerto, aún no conocían esta riqueza arqueológica de los antepasados y sin duda aclaran que ha sido una experiencia bastante interesante para todos los que han participado.

Por otro lado animan a los mayores de las asociaciones vecinales o culturales de la ciudad a acudir a las actividades que organiza Mayores Vecinales, pues la información llega a todos los colectivos, pues de interés para esta sección de la Flave contar con la opinión, la participación, el apoyo y las iniciativas de otros tantos mayores, puesto que lo importante es que cada uno aporte su granito de arena para que así se puedan conseguir realizar distintas actividades que hagan posible que el mayor se siga haciendo un hueco en la sociedad y no todo lo contrario, como ha ocurrido hasta el momento, que el hecho de ser mayor ha hecho posible que la sociedad apartara a estas personas de la vida activa, relegándolos a un rincón, haciéndoles sentir objetos inanimados con los que no se contaban.

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