Una familia jerezana reclama a una clínica alemana 4.700 euros
La XCell-Center ha sido cerrada y no asume el gasto de la familia García Moreno
Óscar García Moreno, un joven jerezano de 12 años, tenía que viajar junto a sus padres el pasado día 8 hasta Düsseldorf(Alemania) para someterse a un tratamiento con células madres para curar su enfermedad. En tierras alemanas tenía que estar hasta mañana. El viaje, en el que tenía mucha esperanza la familia, al final ha quedado aplazado. El motivo no es otro que el cierre temporal de la Clínica XCell-Center de la referida ciudad teutona.
La citada clínica ha sido cerrada por las autoridades alemanas para proceder a una investigación tras la muerte de un bebé rumano tras recibir una inyección con células madre en el cerebro. También otro niño de Azerbaiyán, de diez años, tuvo graves complicaciones durante el tratamiento llevado a cavo por el controvertido farmacólogo holandés, Kess Kleibloesem.
El tratamiento con células madres se está experimentado en Alemania. También en Estados Unidos se está avanzando en esta cuestión, aunque todavía no se haya profundizado mucho por la temática ideológica. Todavía se encuentra en una fase experimental y están apareciendo algunos problemas. Los padres de Óscar habían tratado de agarrarse a la esperanza de una Clínica XCell-Center que ha quedado cerrada y que no ofrece respuesta en cuanto a la devolución del dinero aportado por la familia García Moreno.
el gasto pudo ser de 13 mil euros
El tratamiento iba a tener un coste de 13.000 euros. En dicha cantidad quedaba incluida la estancia de una semana en Düsseldorf y el viaje en avión. Desde la clínica aconsejaron a la familia que tuvieran reservado el hotel con antelación. Los billetes costaron 1.223 euros, a los que había que sumar los 2.400 euros del hotel y los 1.000 euros que había que entregar por adelantado a la XCell-Center. En total, 4.700 euros que había aportado la familia, con la ayuda de la solidaridad ciudadana, y que ahora se han perdido.
La clínica de viajes, con la que se contrató los habituales seguros de cancelación, se ha lavado las manos comentando que no hay ninguna cláusula en el contrato por la que tengan que devolver el dinero en el caso de que no se efectúe el desplazamiento y la estancia en tierras alemanas. Tampoco la clínica se responsabiliza del dinero.
Tras los contactos de la familia con la clínica, la única respuesta que han recibido es la siguiente: “Debido a regulaciones recientes, momentáneamente no es posible llevar a cabo terapia con células madre en el XCell-Center. Por esta razón tenemos que posponer indefinidamente su tratamiento hasta nuevo aviso. Una vez que sea posible el tratamiento con células madre le informaremos convenientemente”.
Mirja Schneider, la encargada de dirigirse a la familia, se disculpaba por la situación pero no asumía el gasto realizado para un tratamiento que no se va a realizar. Sobre ese tema indica que: “los gastos, por favor, adjuntarlos también si ha tenido para anular el hotel y el ticket de avión. Sólo podemos repagar los documentos oficiales”. También señala a la familia que “seguimos las leyes de Alemania y estamos serios. Todo va a venir a la normalidad -por la teórica vuelta de los tratamientos con células madres-, pero por ahora la fecha es ilimitada”.
explicación a la gente solidaria
El pasado 27 de abril fue cuando la familia García Moreno recibió la noticia del cierre de la clínica. Curiosamente, en esa fecha, otro niño jerezano se encontraba en la XCell-Center recibiendo su tratamiento. “Nos han roto todos nuestros sueños. Tras enterarnos del cierre, teníamos la esperanza de que todo se normalizase y recibir pronto una nueva cita, pero esto es algo que hemos descartado después de encontrar la noticia sobre la muerte de un niño por el tratamiento”, destacaba a este medio Juan García Ruiz, padre de Óscar.
El médico holandés encargado de realizar el tratamiento había apuntado que el gobierno alemán había ordenado el cierre por la presión del resto de países europeos, que están en contra del novedoso tratamiento que se estaba implantando en la clínica. “Esperaba más información y que nos dijesen qué es lo que pasa con el dinero. Supuestamente, el tratamiento estaba legalizado, pero ahora mismo todo ha quedado paralizado”, relataba Juan.
Aunque no habían realizado una campaña social muy grande al no tener que recaudar una cantidad desorbitada, la familia García Moreno había recibido muchísima ayuda de la gente de la calle, de personas solidarias de Jerez, y de Guadalcacín, pedanía en la que residen, para el tratamiento de Óscar. Varios empresarios y el Ayuntamiento de la referida ELA también habían aportado su granito de arena para que el viaje fuese posible.
Ahora, tras todo lo sucedido, la familia se siente casi más en deuda con la gente que ha ayudado para el tratamiento de su hijo: “Nosotros no queremos quedarnos con ningún dinero. Queremos que nos lo devuelvan para devolverlo a las personas que nos han ayudado. También queremos decirle a esas personas que si no hemos viajado y no se ha podido hacer el tratamiento es por este motivo, por el cierre de la clínica. Para nada nos vamos a lucrar de un tema tan delicado”.
La familia se ha llevado un duro revés con todo lo acontecido. Pero no quieren bajar los brazos. Ahora buscan un tratamiento alternativa en otro hospital. La búsqueda no va a ser fácil porque esta práctica se lleva a cabo en pocos centros del mundo. “Teníamos la esperanza de mejorar a Óscar con el tratamiento que se le iba a hacer. Somos conscientes de que al cien por cien no iba a quedar bien, pero al menos lo queríamos intentar. Ahora, aunque es complicado encontrar centros, vamos a seguir luchando para tratar de mejorar la salud de nuestro hijo”.
La citada clínica ha sido cerrada por las autoridades alemanas para proceder a una investigación tras la muerte de un bebé rumano tras recibir una inyección con células madre en el cerebro. También otro niño de Azerbaiyán, de diez años, tuvo graves complicaciones durante el tratamiento llevado a cavo por el controvertido farmacólogo holandés, Kess Kleibloesem.
El tratamiento con células madres se está experimentado en Alemania. También en Estados Unidos se está avanzando en esta cuestión, aunque todavía no se haya profundizado mucho por la temática ideológica. Todavía se encuentra en una fase experimental y están apareciendo algunos problemas. Los padres de Óscar habían tratado de agarrarse a la esperanza de una Clínica XCell-Center que ha quedado cerrada y que no ofrece respuesta en cuanto a la devolución del dinero aportado por la familia García Moreno.
el gasto pudo ser de 13 mil euros
El tratamiento iba a tener un coste de 13.000 euros. En dicha cantidad quedaba incluida la estancia de una semana en Düsseldorf y el viaje en avión. Desde la clínica aconsejaron a la familia que tuvieran reservado el hotel con antelación. Los billetes costaron 1.223 euros, a los que había que sumar los 2.400 euros del hotel y los 1.000 euros que había que entregar por adelantado a la XCell-Center. En total, 4.700 euros que había aportado la familia, con la ayuda de la solidaridad ciudadana, y que ahora se han perdido.
La clínica de viajes, con la que se contrató los habituales seguros de cancelación, se ha lavado las manos comentando que no hay ninguna cláusula en el contrato por la que tengan que devolver el dinero en el caso de que no se efectúe el desplazamiento y la estancia en tierras alemanas. Tampoco la clínica se responsabiliza del dinero.
Tras los contactos de la familia con la clínica, la única respuesta que han recibido es la siguiente: “Debido a regulaciones recientes, momentáneamente no es posible llevar a cabo terapia con células madre en el XCell-Center. Por esta razón tenemos que posponer indefinidamente su tratamiento hasta nuevo aviso. Una vez que sea posible el tratamiento con células madre le informaremos convenientemente”.
Mirja Schneider, la encargada de dirigirse a la familia, se disculpaba por la situación pero no asumía el gasto realizado para un tratamiento que no se va a realizar. Sobre ese tema indica que: “los gastos, por favor, adjuntarlos también si ha tenido para anular el hotel y el ticket de avión. Sólo podemos repagar los documentos oficiales”. También señala a la familia que “seguimos las leyes de Alemania y estamos serios. Todo va a venir a la normalidad -por la teórica vuelta de los tratamientos con células madres-, pero por ahora la fecha es ilimitada”.
explicación a la gente solidaria
El pasado 27 de abril fue cuando la familia García Moreno recibió la noticia del cierre de la clínica. Curiosamente, en esa fecha, otro niño jerezano se encontraba en la XCell-Center recibiendo su tratamiento. “Nos han roto todos nuestros sueños. Tras enterarnos del cierre, teníamos la esperanza de que todo se normalizase y recibir pronto una nueva cita, pero esto es algo que hemos descartado después de encontrar la noticia sobre la muerte de un niño por el tratamiento”, destacaba a este medio Juan García Ruiz, padre de Óscar.
El médico holandés encargado de realizar el tratamiento había apuntado que el gobierno alemán había ordenado el cierre por la presión del resto de países europeos, que están en contra del novedoso tratamiento que se estaba implantando en la clínica. “Esperaba más información y que nos dijesen qué es lo que pasa con el dinero. Supuestamente, el tratamiento estaba legalizado, pero ahora mismo todo ha quedado paralizado”, relataba Juan.
Aunque no habían realizado una campaña social muy grande al no tener que recaudar una cantidad desorbitada, la familia García Moreno había recibido muchísima ayuda de la gente de la calle, de personas solidarias de Jerez, y de Guadalcacín, pedanía en la que residen, para el tratamiento de Óscar. Varios empresarios y el Ayuntamiento de la referida ELA también habían aportado su granito de arena para que el viaje fuese posible.
Ahora, tras todo lo sucedido, la familia se siente casi más en deuda con la gente que ha ayudado para el tratamiento de su hijo: “Nosotros no queremos quedarnos con ningún dinero. Queremos que nos lo devuelvan para devolverlo a las personas que nos han ayudado. También queremos decirle a esas personas que si no hemos viajado y no se ha podido hacer el tratamiento es por este motivo, por el cierre de la clínica. Para nada nos vamos a lucrar de un tema tan delicado”.
La familia se ha llevado un duro revés con todo lo acontecido. Pero no quieren bajar los brazos. Ahora buscan un tratamiento alternativa en otro hospital. La búsqueda no va a ser fácil porque esta práctica se lleva a cabo en pocos centros del mundo. “Teníamos la esperanza de mejorar a Óscar con el tratamiento que se le iba a hacer. Somos conscientes de que al cien por cien no iba a quedar bien, pero al menos lo queríamos intentar. Ahora, aunque es complicado encontrar centros, vamos a seguir luchando para tratar de mejorar la salud de nuestro hijo”.
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