El Industrial jugó con ocho jugadores durante 20 minutos

Publicado: 06/02/2011
El meta Lumley saltó al campo en el minuto 68 como jugador de campo
–córdoba b–Alberto, José Manuel, Ismael, Fran Cruz, González, Manolín (Joky, m. 80), Carlos, Javi Hervás, Mane (Curro, m. 71), David Hens (Chiqui, m. 78) y Cabanillas.
–jerez industrial–Beasant, Lampe (Thompson, m. 26), Lamplough, Richards, Deckles, Morris, Folkes, Cayford, Fisher (Lumley, m. 68), Hutton y Forrester
Arbitro: Gómez Ruiz-Santa Quiteria, de Málaga. Expulsó por doble amonestación a Lamplough (m. 44), Folkes (m. 66) y Richards (m. 69). Amonestó a los locales Manolín y Javi Hervás, y a los visitantes Beasant, Morris, Hutton y Thompson
Goles:
1-0    Manolín (m.1)
2-0    Mané (m.21)
2-1    Hutton, de penalti (m.33)
3-1    Cabanillas (m.92)
Incidencias: Partido de la Jornada 24 del Grupo X de Tercera División, celebrado en la Ciudad Deportiva Rafael Gómez ante unos 125 espectadores
 
El nuevo proyecto industrialista no ha podido comenzar de peor manera. Perdiendo, pero además quedándose con solo ocho jugadores cuando aún restaban veinte minutos para la conclusión del encuentro. Se temía lo peor, con un árbitro que definitivamente se volvió loco y  se temía el descalabro pero los filiales cordobesistas, que se pusieron muy pronto con ventaja en el marcador, no supieron matar el encuentro y tuvieron que esperar al periodo de alargue para conseguir el tercer y definitivo tanto de su cómodo triunfo.
 Y es que, con ocho jugadores el rival, el portal cordobesista lógicamente no pasó por momento de apuros alguno en ese largo periodo en el que estuvieron con una manifiesta superioridad numérica sobre el rectángulo de juego de la Ciudad Deportiva Rafael Gómez.

dos goles rápidos
Un Córdoba B que no tiene nada que ver con el que, en la primera vuelta, visitó las instalaciones de La Juventud y que sumaba su octavo triunfo consecutivo en casa, algo que no es fácil de conseguir, aunque lo cierto es que ante el Jerez Industrial las cosas se le pusieron muy pronto de cara, ya que al primer minuto de juego un tremendo fallo de Beasant - no se saben las razones por las que el hasta ahora portero titular Lumley no se puso debajo de los tres palos, cuando en el minuto 68 saltó al terreno de juego como un jugador de campo, en un hecho realmente extravagante- propició que los filiales se adelantasen en el marcador.
Fue una falta botada por Javi Hervás, Beasant no atrapó bien el esférico y Manolín, muy atento, llevó el balón a las mallas. La cosa se ponía de cara para los de Hidalgo, que rozaron el segundo a los 12 minutos en un centro de David Hens que no pudo rematar Cabanillas pero sí Carlos, que envió el esférico arriba.
No llegó el segundo en esa acción pero sí diez minutos después, en una pelota robada por el propio Carlos al lateral Lamplough en la parte derecha del ataque cordobesista. El centro al área no lo pudo rematar Cabanillas pero sí Mané, que llevaba el 2-0 al marcador.
El encuentro parecía muy encarrilado, pero no tardó en volver la emoción al marcador  ya que en el minuto 33, una internada de Forrester acabó con derribo de Manolín dentro del área. Gómez Ruiz Santa-Quiteria decretó penalti y Hutton marcó el 2-1.
El filial  no se amilanó y  Javi Hervás disparaba ajustado al palo. Parecía que el primer tiempo estaba ya finiquitado, pero el lateral debutante Lamplough vio su segunda amarilla por una falta a Carlos. Y al saque de la misma, botada por Javi Hervás, otro mal despeje de Beasant estuvo cerca de acabar dentro de su portería en un disparo de Manolín.

dos expulsiones más
El segundo periodo arrancó ya con el equipo industrialista en inferioridad numérica. Se mascaba la tragedia para la escuadra blanquiazul jerezana, aunque la realidad es que la historia del segundo tiempo fue muy distinta a la del primero. Prácticamente no hubo fútbol y es que el Jerez Industrial se quedaría con ocho jugadores únicamente en apenas tres minutos, en el intervalo de tiempo que transcurrió del 66 al 69 y el es que el colegiado de turno, Gómez, se volvió literalmente loco. Folkes vio dos amarillas en apenas un minuto, algo ilógico . La primera fue por una falta y  la segunda no tiene explicación alguna. Pero es que, no conforme con haber dejado a los  jerezanos, con dos jugadores menos, en el minuto 69 le señaló una falta por retención de balón - algo fuera de lo normal ya que su equipo iba perdiendo- al meta Beasant, Richards le protestó y le enseñó dos tarjetas amarillas consecutivas. Si Richards le hubiese insultado y el árbitro hubiese tenido traductor le podría haber enseñado la roja, pero no dos amarillas. Auténticamente de locos lo que se vivió en la Ciudad Deportiva.
Eso acabó afectando incluso al equipo local que se terminó desquiciando y, menos mal, que los jugadores industrialistas hicieron de tripas de corazón y no se fueron más a protestar porque el encuentro se podría haber terminado incluso suspendiendo por tener el otro equipo menos de siete jugadores.
Lo que se vivió en el segundo tiempo fue algo realmente grotesco que no tiene explicación de tipo alguno.
A partir de ahí,  los que esperaban en las gradas de la Ciudad Deportiva un festín del B desde entonces se quedaron con las ganas, puesto que el filial no fue capaz de generar ni una sola ocasión seria de peligro desde ese momento. Los ingleses del Jerez Industrial que quedaban sobre el campo tiraron de orgullo para defender su portería y el filial no encontró manera humana de llegar. Así se fueron agotando los minutos hasta que, ya en el añadido, Cabanillas, de cabeza a centro desde la derecha de José Manuel, cerraba un partido deslucido por todo.  Al final, que es lo que cuenta, el Jerez Industrial que sumó una nueva derrota y que no sabe lo que es puntuar desde que el año arrancó.

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