Casi mil personas se han sumado en pocos días a un grupo de WhatsApp en el que algunas familias y profesores de Barcelona se están organizando para "frenar la normalización" de entregar un teléfono móvil inteligente a los niños al cumplir 12 años, coincidiendo con la entrada a los institutos, y posponerla hasta los 16.
Elisabeth García Permanyer, promotora de este grupo, ha recalcado en una entrevista con EFE la importancia de esta iniciativa para que los niños no dispongan de móviles hasta una etapa más madura en la que estén "más preparados".
Madre de tres hijos, de 7, 9 y 10 años, la mujer ha explicado que la idea de crear el grupo surgió tras escuchar, mientras los niños jugaban en el parque, la inquietud de otras mamás que habían decidido dar el teléfono móvil a sus hijos a los 12 años "para evitar que fuesen los pringados de la clase".
De ahí surgió este pasado mes de octubre, para "hacer piña" y compartir información, el grupo de Whatsapp 'Poblenou adolescencia libre de móviles', al que se están añadiendo familias y educadores de todos los barrios de Barcelona y que ya reúne a 977 miembros.
En cuestión de pocos días, "de manera espontánea y sin hacer ningún esfuerzo", el grupo ha ido creciendo por lo que "hemos visto que hay un problema oculto" en el uso "institucionalizado de móviles inteligentes a edades tempranas" que está generando "mucha preocupación a las familias", ha afirmado la promotora de la iniciativa.
La mujer ha reconocido que se sintió "acompañada y aliviada" al descubrir que "hay muchas familias y profesores interesados en una mayor concienciación social" y en "dar un paso atrás para dejar de normalizar la entrega de smartphones a los 12 años".
Según García Permanyer "no es posible que hayamos normalizado que un niño de 12 años deba tener un teléfono móvil" porque "los especialistas están diciendo que su cerebro no está preparado para gestionar lo que supone el acceso a internet" y cuando lo que tiene que hacer es "jugar, correr, saltar y comunicarse de una manera natural con sus amigos".
Por ello, ha propuesto que entre los 12 y los 16 años las acciones se encaminen a "educar en el uso de la tecnología móvil y sus riesgos a los niños".
"Me niego a que mi hijo, con 11 años, tenga que estar preocupado por cuestiones de sexo o de violencia" porque "es algo que no le corresponde por edad, es demasiado pequeño", ha dicho.
Con el fin de consensuar acciones para ayudar a retrasar la entrega del móvil hasta los 16 años "al máximo número de familias" y conseguir que "los niños sin móvil a los 12 años no sean los raros de la clase", varios representantes del grupo se reúnen hoy.
Entre las acciones que plantean está promover charlas a niños, familias y profesores sobre los riesgos que implica el uso de los smartphones a edades tan tempranas, ha insistido.
Más allá de su experiencia como madre, Elisabeth García Permanyer, que regenta un centro de inteligencia corporal basada en el ballet, ha podido observar de cerca "los problemas, también relacionales, que implica utilizar el móvil a edades tan tempranas".
Sobre la postura de la Conselleria de Educación catalana de permitir que cada centro regule el uso del móvil en las aulas y espacios comunes, la impulsora del grupo lo tiene claro: "la orden debería venir desde arriba, la Generalitat debería prohibir su uso en primaria y secundaria".
Con la misma contundencia se ha expresado Elvi Mármol, una de las impulsoras de una plataforma nacida en Sabadell (Barcelona) y que en su área de influencia también reúne a centenares de familias para concienciar a los padres sobre los riesgos del uso de pantallas a edades tempranas y para incidir políticamente en su regulación.
El grupo se reunirá el próximo 8 de noviembre para organizar acciones de concienciación a las familias "antes del 'black friday' del próximo 24 de noviembre", que es uno de los momentos en que "los padres compran dispositivos móviles para regalar en Navidad a sus hijos".
"Hace falta más concienciación a las familias", que "no son culpables" de no conocer los riesgos que implica el uso de los móviles en niños y "necesitan ayuda", ha afirmado Elvi Mármol.
Por ello, ha dicho que debería ser la Conselleria de Educación, "prohibiendo la entrada total de móviles en los colegios en primaria y secundaria", la que "no validase su uso" y de este modo "ayudase a las familias", que "muchas veces compran el móvil por la influencia del grupo".
Asimismo, ha propuesto que la Conselleria de Salud, desde pediatría, al igual que orienta sobre pautas de alimentación en el crecimiento y de lo nocivo de hábitos como fumar ante los niños, lo haga acerca de los problemas que supone el uso de pantallas para una mente en desarrollo.
