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La falta de cobro saca a la calle a la plantilla de Andrés de Ribera

Retoman sus protestas tras los incumplimientos del Ayuntamiento y la Diputación Provincial

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  • La plantilla ha perdido la confianza en que los patronos de la Fundación asuman los compromisos adquiridos.
Los catorce trabajadores de la Fundación Andrés de Ribera (FAR) retoman este jueves sus protestas después de comprobar cómo tanto Ayuntamiento como Diputación vienen incumpliendo de manera sistemática los acuerdos alcanzados en el Sercla meses atrás en lo que al abono de las nóminas se refiere.

Las movilizaciones se harán coincidir esta tarde, a partir de las 20.00 horas, con la celebración en La Atalaya de la Pregala de elección de Miss y Mister Cádiz. El calendario de protestas tendrá continuidad este próximo martes.

En esta ocasión, los trabajadores secundarán un paro de una hora para concentrarse ante la sede de la Diputación Provincial de Cádiz. La intención no es otra que la de entrevistarse con el presidente de dicha institución, Francisco González Cabaña.

A día de hoy, la FAR -participada al 50 por ciento por Diputación y Ayuntamiento- adeuda a estos trabajadores la mitad del importe de la nómina correspondiente al mes de junio, así como la totalidad de la paga extraordinaria de verano.

A los problemas en el cobro de las nóminas se une el “abandono absoluto” en el que se encuentran los museos de La Atalaya, según el secretario local de CCOO, José Manuel Trillo, en lo que supone “una auténtica inmoralidad” si se tiene en cuenta el rico patrimonio que alberga este conjunto.

Trillo se lamenta de que el complejo carezca de vigilancia o servicios de mantenimiento y jardinería. “Sólo se preocupan de La Atalaya cuando tienen que organizar algún evento. El Ayuntamiento y la Diputación están dilapidando un patrimonio cultural muy importante”, advirtió.

Y todo ello ocurre en plena temporada turística y a los ojos de los propios visitantes, que pasean por unos jardines “totalmente descuidados” y visitan un museo cuya fachada principal “se está cayendo a pedazos”. Incluso, la falta de personal está haciendo que la FAR recurra a los participantes en cursos de azafatas para atender las visitas de los turistas que acuden a La Atalaya.

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