El estreno de la pareja en esta competición cumplió con las expectativas. Tras casi tres horas de juego, sacó adelante su partido y proporcionó a España el punto en juego. Misión cumplida.
La apuesta de Albert Costa, distanciada en esta ocasión de la tradición instaurada por Feliciano López y Fernando Verdasco, salió bien. Y España ya tiene una alternativa, un plan B, al consolidado par que acumula entre sus logros las dos últimas Ensaladeras.
La Plaza de Toros La Ribera de Logroño contempló el bautismo en la competición de Marcel Granollers, reputado doblista en el circuito ATP pero aún sin pedigrí en la Davis. Salió reforzado del trance la raqueta 26 del mundo en dobles, que sólo en contadas ocasiones descubrió su falta de experiencia.
Una de ellas fue en el tramo final del primer set, cuando sirvió para cerrar la manga después de que España hubiera logrado el primer break del partido, en el undécimo parcial. Granollers echó a perder su servicio y la manga deshizo la igualdad en el desempate.
Ese tie break determinó, probablemente el partido. Suiza tomó ventaja y dispuso de tres puntos de set (6-3). España reaccionó, sumó cuatro seguidos y dio la vuelta a la situación y se puso a orillas de la victoria parcial, que logro a la tercera.
La hora de pelea por el primer tramo allanó el camino para el equipo español en el segundo, que conquistó con cierta facilidad. La pareja helvética, que se presentó al compromiso sin conocer el triunfo de dobles en la Davis, acusó el mazazo. Aunque en el tercero se recompuso.
Lejos de prolongar el impulso España se tomó un respiro y se encontró con 3-0 en contra después de que tanto Granollers como Robredo cedieran sus respectivos saques. A pesar de su reacción la remontada fue imposible y Suiza alargó el partido.
El cuarto mantuvo el pulso de ambos equipos. Amarrados, con dificultades alternas, al saque. Hasta que en el décimo parcial, sobre el saque de Stanislas Wawrinka, los españoles rompieron el saque para cerrar, en la segunda oportunidad, el partido.
España se sitúa a la orilla de cuartos de final a expensas de un sólo partido más por ganar.
