La nueva Ley de Residuos establece que no se podrá quemar residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola, algo que preocupa al sector del campo, sobre todo en estos momentos que se acercan las altas temperaturas.
La quema de estos residuos, como los de la poda, se permitirán con carácter excepcional, habiendo que solicitar previamente la autorización y, siempre, alegando que no sea posible realizarlo con otro tipo de tratamiento.
Este punto, aunque no es el único que ha generado controversia en el campo, preocupa especialmente con la llegada de las altas temperaturas.
La quema de restos agrícolas, principalmente los resto de la poda, es una práctica habitual de los agricultores del país. Esta prohibición provocaría, además, una serie de sobrecostes al necesitar maquinaria específica de alto coste para triturar los restos.