El fiscal delegado de Extranjería de la Fiscalía Provincial de Almería, Alejandro Velasco, se ha mostrado contrario a la implantación de un centro de internamiento de extranjeros (CIE) en la provincia al entender que esta "no es la solución" más que "a corto plazo" para poner coto a la inmigración irregular, toda vez que considera que para atajar esta situación es preciso "trabajar en origen" mediante una política común en la que se implique a la Unión Europea.
"Creo que un CIE es una fuente de problemas, tiene que estar muy bien dotado, bien acondicionado, requiere mucha presencia policial", ha explicado el fiscal en una entrevista a Europa Press en la que ha señalado que una instalación de este tipo supone un "parche" a la hora de contener la inmigración irregular y tratar de devolver a las personas a sus países de origen.
Para el fiscal, "el problema no está aquí" sino que "hay que atajarlo antes". "Creo que no es la solución que se creen tres CIE más para que dentro de unos años estén todos llenos y no se puedan hacer expulsiones", ha insistido antes de observar la "solución provisional" que supuso la habilitación del centro penitenciario Málaga II de Archidona como lugar para la internar a extranjeros.
"¿Por que haya un CIE no van a venir más? La gente que está en la costa africana va a venir igualmente", ha señalado antes de remarcar el papel "impune" de las mafias, que se están "forrando" a costa de "personas que no tienen posibilidades ni medios de ninguna clase" y que huyen acuciados por la "pobreza".
Velasco ha llamado la atención sobre las zonas costeras del norte de África en las que se conoce la existencia de asentamientos que esperan que se organicen pateras por parte de traficantes de personas sobre los que no se puede actuar desde España. "A los únicos que se les coge son a quienes llevan las pateras, que son el último eslabón de la cadena, pero al que le pagan se queda allí", ha manifestado.
Con ello, ha valorado que este tipo de instalaciones no van a atajar la "avalancha" de pateras de los últimos meses, en los que se han recibido a 7.533 personas en 243 pateras solo en Almería en lo que va de año, según los datos manejados por la Policía.
A esta situación, se une las dificultades que se dan a la hora de realizar las devoluciones a los países de origen, especialmente entre la población subsahariana, que en muchos casos no es reconocida en sus embajadas como súbditos de sus países. Cuando esto ocurre, "saben fehacientemente que no se les puede expulsar", con lo que la orden de devolución queda sin materializarse.