La presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), Carmen Ortiz, ha anunciado este martes el impulso de la rehabilitación del cargadero de mineral 'El Alquife', conocido como el Cable Inglés, a través de una nueva fase que conllevará restaurar la estructura y acondicionar el paso elevado de las vías para crear un sendero peatonal con mirador en su extremo, de forma que esta actuación conllevará una nueva iluminación.
En rueda de prensa, Ortiz ha apuntado que la actuación en este Bien de Interés Cultural (BIC), que conllevarán una inversión cercana a los 2,5 millones de euros, supone retomar el proyecto ideado por el arquitecto Ramón de Torres cuya primera fase ya se afrontó en 2009 a través de la Junta con la limpieza del extremo del cargadero que se ubica sobre el mar, de modo que ahora el proyecto será readaptado para continuar con los trabajos en una nueva fase.
La presidenta ha explicado que desde la Autoridad Portuaria se ha realizado un trabajo en los últimos meses encaminado a retomar la restauración del inmueble, de forma que finalmente se afrontarán con financiación de Puertos del Estado para acometer las mejoras en la infraestructura, valoradas en 975.290 euros, y para el acondicionamiento del paso elevado y la ornamentación, por un importe de 1.446.462 euros que se apoyará además en el 1,5% Cultural de Fomento.
En este sentido, Ortiz ha apuntado que la actuación que ahora se plantea en el cargadero de mineral 'Alquife' ofrece una solución "financieramente posible" que aunque "no es mucho dinero" tiene trascendencia a la hora de "poner en valor y dar visos de realidad a un proyecto que está en marcha, como es el Puerto-Ciudad".
"No es un presupuesto excesivo para lo que estamos abordando", ha reconocido la presidenta, quien pese a todo ha señalado la importancia "simbólica" de los trabajos, que se podrían iniciar "antes de que acabe el año" para comenzar a revalorizar la estructura.
Ha explicado que fue el 23 de marzo cuando se remitió la documentación a Puertos del Estado para solicitar la financiación correspondiente, por lo que Ortiz ha señalado su "satisfacción" después de que el Miércoles Santo el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, respaldara "explícitamente" el proyecto tanto a través de fondos específicos de Puertos del Estado como a través de Fomento. "Hay un compromiso político que para mí es suficiente", ha dicho al respecto.
La representante del Puerto de Almería ha avalado además el plazo estimado de 15 meses ofrecido por De la Serna para contar con el Cable Inglés rehabilitado, lo que conllevarían un nuevo uso para el BIC en 2020. Así, espera que para finales de mayo el proyecto pueda estar ya actualizado para acceder a la financiación, dado que "la idea es agilizarlo al máximo y adjudicar las obras cuanto antes", ha indicado.
Así, de cara a avanzar en los trabajos tras la evaluación efectuada del Cable Inglés por parte de una empresa externa, que ya realizó labores de urgencia para retirar determinados elementos, la APA encargó a principios de marzo a Ramón de Torres la actualización del proyecto que encargó le encargó la Junta hace casi una década y cuya ejecución se valoró, según ha indicado el propio arquitecto, en unos 25 millones de euros.
El propio arquitecto ha incidido en que esta actuación permitirá "restaurar lo existente" sobre el propio BIC y reconvertir el espacio en un lugar de ocio y esparcimiento con acceso al muelle de carga desde el Parque de la Estación y uniendo el conjunto hasta la antigua estación de ferrocarril. Para ello, se contará con nuevos pavimentos sobre las vías, barandillas de seguridad y una nueva iluminación.
"OTROS USOS EN EL FUTURO"
La presidenta de la Autoridad Portuaria almeriense ha explicado además que una vez que se acometan estas obras se podrán tener en cuenta "en el futuro otros usos" ya sea conforme el proyecto original o mediante otras iniciativas, lo cual se definirá con posterioridad, aunque el arquitecto ha abogado por mantener la esencia del proyecto en el que, según ha recordado, se incluían incluso un espacio de restauración y ascensores.
El planteamiento original del proyecto pretendía dotar a la ciudad de una nueva sala de exposiciones permanente llamada 'Ciudad Historia-Cargaderos de Mineral' que se situaría en el "corazón" de la estructura, concretamente, en la planta de cintas transportadoras longitudinales bajo las tolvas, según la memoria del proyecto en la que la sala de exposiciones se integraba con la sala de máquinas de la instalación mediante un espacio acristalado.
Según el proyecto de Ramón de Torres, el pavimento estaría compuesto por vidrio laminar pisable, y el acristalamiento de los planos inclinados que conforman la solera de las tolvas permitiría que desde el interior se pudiera apreciar "un solo golpe de vista", el entramado de la estructura metálica, los antiguos depósitos y el funcionamiento de las cintas longitudinales en relación con las transversales situadas en el nivel inferior.
En el proyecto se preveía así la restauración de todos los elementos del sistema de descarga y la puesta en funcionamiento de una cinta longitudinal, situada directamente con la sala de exposición permanente, y de la cinta transversal, situada en el eje transversal central del cargadero.
"La conservación de la estructura metálica, con las mínimas intervenciones posibles y de los elementos muebles del cargadero es un objetivo esencial del proyecto", indica la memoria en la que se explica la propuesta de "asociar solidariamente el continente-inmueble con el patrimonio mueble" de forma que se mantenga "su síntesis poética que está en el origen del Cable Inglés como inmueble-máquina".
Entre los elementos "esenciales" para la reinterpretación del espacio se han tenido en cuenta las vertederas móviles de descarga del mineral y sus mecanismos de elevación y giro, las seis cintas transportadoras, sus motores y bocas de descarga del mineral a las cintas desde las tolvas, los depósitos del mineral, las vías férreas y la plataforma de conexión estación de ferrocarril-muelle de descarga.
De igual manera, los paseos y recorridos del segundo nivel permitirían apreciar el otro sistema de descarga del mineral mediante las vertederas metálicas y los cabestrantes correspondientes. En el proyecto se prevé la restauración de todos los elementos de este sistema de descarga y la puesta en funcionamiento de las cuatro vertederas metálicas situadas en la parte central del cargadero.
El proyecto para la restauración y puesta en valor del cargadero de mineral va acompañado además de un estudio geotécnico que contempla un acceso peatonal mediante rampa que parte desde el Parque de las Almadrabillas con una extensión de 135 metros cuadrados por la que se facilitará la entrada al recinto museístico.
El cargadero de mineral 'El Alquife' situado en la playa de las Almadrabillas de la capital fue declarado Bien de Interés Cultural el 28 de julio de 1998. Fue construido por la compañía británica 'The Alquife Mines' entre 1902 y 1904 y fue concebida para utilizarla como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedente de las minas de hierro por vía marítima. Su estructura permitía el atraque de buques de gran tonelaje, un sistema de almacenaje de mineral, que al encontrarse a gran altura, posibilitaba la descarga por la acción de la gravedad.