El Ayuntamiento de Almería ha remitido este lunes un escrito al Juzgado de Instrucción número 2 de Almería para solicitar información sobre el policía local procesado en una causa con otros nueve investigados por delitos de prostitución, explotación y corrupción de menores y abusos sexuales a seis menores.
Fuentes municipales han indicado a EFE que oficialmente no se tiene conocimiento del procesamiento de este agente, por lo que se ha interesado a la juez que informe sobre su situación para poder actuar en consecuencia y decidir si es apartado del servicio de forma cautelar o se mantendrá en activo hasta que se dicte una posible condena.
Según el auto de procesamiento, al que ha tenido acceso EFE, la juez considera que existen indicios sobre los supuestos contactos que el policía realizaba por Skype con la principal procesada y presunta proxeneta de los menores, hermana de una de las víctimas y amiga del resto.
De acuerdo a la juez, se hacía pasar por agente de la Guardia Civil para contratar servicios de dos de las menores.
Asimismo, apunta que presuntamente contactó con el puesto de la Guardia Civil en Huércal de Almería para “interesarse” por una denuncia administrativa interpuesta contra una de estas niñas, tras ser identificada dentro de un vehículo con uno de los supuestos clientes durante el confinamiento decretado por el estado de alarma.
En la causa se encuentra procesado otro policía local, en este caso de Adra (Almería), al que se abrió un expediente y fue apartado del servicio provisionalmente hasta que se resuelva la investigación, de la “forma más diligente” y tras tener conocimiento” de lo ocurrido, según han señalado a EFE fuentes municipales abderitanas.
En este caso, la juez considera que existen indicios que apunta a que se “prevalió” de su condición de policía para utilizar un vehículo policial y trasladar con él a una de las víctimas a la biblioteca municipal, ya que tenía las llaves de la misma, dónde dicha menor habría realizado los servicios habituales para los que era contratada.
LA PRESUNTA TRAMA
Para la juez, existen indicios de que la procesada S.M.H. promovió y facilitó de “manera continuada” durante los años 2019 y 2020 la prostitución de su hermana y cuatro amigas menores de edad de ésta, así como de un adolescente, con clientes que conseguía a través de una página de contactos de Internet.
Apunta que S.M.H. contactaba y pactada “el tema económico a cambio de los servicios de índole sexual, incluso haciéndose pasar en ocasiones como la chica que prestaría el servicio, y una vez contratado el servicio informaba a las menores del servicio a realizar, y el beneficio a obtener, dándoles instrucciones precisas de los detalles de los servicios a realizar”-
Mantiene que además las “presionaba y despertaba” para que salieran de sus domicilios “en pijama” para que las recogiera algún cliente, y que llegó a golpear en una ocasión a su hermana con un “cable entre las piernas por negarse a prestar un servicio”.
En el auto consta un total de nueve procesados que presuntamente contrataron estos servicios a pesar de conocer la “minoría de edad de las chicas”, y apunta el caso de uno de ellos que habría solicitado los mismos “varias veces por semana desde el inicio de la actividad”. Servicios que se prestaban dentro de una furgoneta, y que en una ocasión consistieron en ver cómo una de las chicas tenía relaciones con su novio.
El resto, dice la juez, “contrataron en numerosas ocasiones” los servicios, en los que “solicitaban ser maltratados y golpeados”, además de ser humillados de diferentes formas.
