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Viernes 19/04/2024  

Algo más que dietas

Reflexión post Semana Santa

Mucha gente tiende a sentirse culpable cuando llega el lunes hace memoria de lo mal que ha comido y encima se pesa y ve que como es normal, ha engordado

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Después de estos días festivos en los que nos hemos “pasado” más porque hemos comido más veces fuera, hemos bebido, etc. Mucha gente tiende a sentirse culpable cuando llega el lunes hace memoria de lo mal que ha comido y encima se pesa y ve que como es normal, ha engordado.

Si esa culpabilidad nos hace llegar a pensar que si ya que lo hemos hecho mal algunos días pues qué más da, seguiremos haciéndolo mal, volveremos a recuperar el peso que llevemos perdido y lo peor, nunca conseguiremos ni tener una buena relación con la comida y tener unos hábitos sanos.

¿Qué hacemos entonces después de estos días? Volver a comer sano. Por muchos días festivos o de vacaciones que tengamos, estos acaban siendo la minoría. La mayoría de los días comemos en casa y podemos comer sano. Es completamente normal comer peor cuando estamos fuera porque a la mayoría de nosotros cuando comemos fuera, nos apetecen cosas que no comemos en casa. Si comemos siempre fuera, entonces por supuesto tenemos que intentar que lo que comamos también sea sano pero si comemos en la calle solo de vez en cuando, no pasaría absolutamente nada. 

No pasa nada por haber comido mal estos días de semana santa ni tampoco pasa nada por haber engordado, lo importante es que volvamos a nuestra rutina de comidas sanas siempre, dejemos atrás el alcohol y los dulces e incorporemos comidas sanas y ejercicio.

Los vejeriegos y vejeriegas me diréis, Olga es que ahora viene la feria... pues lo mismo. La feria dura 4 días, no 1 mes así que los 10 días entre semana santa y feria podemos comer todo lo sano que podamos, los 4 días de feria comeremos lo que tengamos que comer y pasados estos días volveremos nuestra rutina sana.

Y en esto consiste COMER SANO, ni en estar siempre restringido ni en estar siempre comiendo mal o dicho de otra forma, ni en pasar todas las semanas santas de tu vida sin probar una torrija y todas las ferias sin probar un rebujito ni en tirar la casa por la venta siempre. Se trata de que haya equilibrio. No es todo o nada. Esta es la única forma que nos hará comer sano cuando podamos y seguir disfrutando de algunas comidas que aunque sepamos que no lo son, nos encantan y por ello no vamos a rechazar toda la vida.

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