El tiempo en: Torremolinos
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Alcalá la Real

Laura Marchal: “Hay que velar por la continuidad del flamenco y hacerlo de forma honesta”

La cantaora alcalaína, que se encuentra grabando su primer disco, nos habla del gran momento que atraviesa en su carrera

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
  • Laura, en la grabación de la película Alma Quebrada, de Gonzalo García -

La cantaora alcalaína Laura Marchal vive un gran momento a nivel profesional. Desde Barcelona, ciudad en la que reside y trabaja desde hace años, se ha ido asentando su figura en la panorama flamenco y en la actualidad su agenda no para de crecer, con presencia incluso en grandes festivales, como la reciente edición del Suma Flamenca. Hoy nos cuenta más sobre su presente y los proyectos en los que trabaja.

A tus 28 años te has hecho un hueco entre los jóvenes valores de la escena flamenca nacional. Pese a ser un género muy vinculado a las raíces, tú le imprimes tu impronta. ¿Qué le aportas al flamenco para hacer de él un género más vivo que nunca? Muy interesante. Pues creo que la impronta que cada cantaor imprime en su cante de alguna forma lo define. Nos definen nuestras raíces, pero también nos define nuestro bagaje cultural y nuestros referentes. Nos define la historia de nuestra vida, en conclusión. Yo en ese sentido lo siento así. Me siento en sintonía con quien soy ahora y lo que canto. Entiendo que mi cante a pesar de tener unos referentes antiguos, a los que no solo escucho, sino que me fascina conocer más a través de sus biografías; soy una mujer de 28 años que salió muy jovencita de su casa para expandirse y trabajar sus deseos artísticos y que ha tenido que hacerse a sí misma en todos los sentidos. Por lo tanto, ¿qué le aporto al flamenco? Pues creo que mi vida. Mi vida está consagrada al flamenco desde hace muchos años, y qué menos que velar por su buen hacer, por su continuidad y su gran valor y hacerlo de forma honesta.

Desde hace cinco años trasladas tu residencia a Barcelona, donde trabajas en la Escuela Superior de Música de la capital catalana como profesora titular de Cante Flamenco. ¿Cuál es el perfil de tus alumnos y por qué se sienten atraídos por el flamenco? Estoy muy contenta con este reconocimiento por parte de la escuela en la que me he formado durante cuatro años, que hayan confiado en mí para ejercer esta importante labor actualmente. En cuanto a los perfiles de los alumnos... son muy dispares, no podría siquiera generalizar, la verdad. Hay quienes realmente saben que quieren ser cantaores, pero son los menos. Otro de los perfiles más comunes es el de cantantes de otros ámbitos que se interesan por el flamenco como una herramienta para acercar a su registro vocal y así enriquecer su repertorio. Lo que sí he de destacar es la capacidad musical de todas y todos ellos. La mayoría tocan algún instrumento, componen sus propias canciones y tienen un amplísimo abanico de influencias musicales que agranda día a día su cultura musical.


Vivimos en un mundo muy comercial y competitivo, en el que, sin embargo, el flamenco sigue latente como un signo de identidad de nuestro país. ¿Crees que se le protege suficiente desde las instituciones? Pues la verdad no sabría qué decirte. Creo que esto son cosas muy delicadas y que obviamente podría decir que no se está protegiendo y lo mismo acierto. Pero también soy consciente de que hay una ley específica de protección del flamenco, que hay organismos especializados en ello, en los cuales trabaja personal por y para el flamenco y los flamencos, que hay quien lucha para que el flamenco esté en las escuelas andaluzas. Habrá como en todos lados, quien lo haga muy bien y quien lo haga realmente mal, y solo mire por sus intereses personales y por los de sus amigos.  Cuando entramos en la institucionalidad y por tanto en política todo depende de la sensibilización del personal implicado y esto es una ciencia aparte.

Y en Alcalá, ¿cómo ves la escena flamenca? ¿Qué crees que se está haciendo bien y qué crees que falta? Pues mira, con esta pregunta se me viene a la cabeza una conversación que tuve con Cristina Heeren, no sé si todos los que lean esto sabrán quién es ella. Cristina Heeren es una gran amante del flamenco que desde hace mucho tiempo atrás ha sido gran mecenas de muchos artistas y que actualmente tiene una escuela de flamenco muy prestigiosa en Sevilla. Pues yo fui allí después de la pandemia, a un concurso que se celebraba de cante, aprovechando que iba a grabar una serie de videos para Youtube los cuales llevan por título “El flamenco en la imprenta”. Total que quedé finalista y en la entrega de premios, cuando me saludó me dice: “Laura, eres de Alcalá la Real”, en tu pueblo tengo grandes amigos, muy aficionados. Allí se han celebrado muchas fiestas con mucho arte. Obviamente me sorprendió, esto sería antes de que yo naciera o siendo yo bastante niña, pensé. Yo este momento no lo he vivido, es más, cuando yo quise seguir formándome en mi profesión, tuve que irme a Sevilla, porque en Alcalá no tenía posibilidades. Sin embargo, en Alcalá tenemos un bonito festival de verano, con muchísimo prestigio y eso es un lujo. Tenemos numerosas escuelas de baile, donde yo misma me inicié y que sin duda fueron mi primer contacto directo, siendo todavía una renacuaja con este arte. También sé de las programaciones paralelas del ayuntamiento, en las que siempre aparece algo de flamenco. Sin ir más lejos, la pasada primavera quiero recordar que vino Arcángel al teatro Martínez Montañez. La Asociación Locura Flamenca hace una gran labor también de divulgación y conocimiento, no solo del baile, también de la guitarra y del cante.

Actualmente echo en falta pues quizás ver recitales de flamenco en condiciones en el pueblo, en la sede la Tertulia Flamenca. Que la federación eche un cable por ahí, por ejemplo. Yo misma tengo grandes amigos, jóvenes a los que les encanta el flamenco, de los que siempre me rodeo porque me dan vida, aman la música y gracias a ellos, a sus “arrejuntes” y sus fiestas, a los carnavales, a los grupos que forman para cantar en todo tipo de eventos, fiestas y ferias, pues me hacen sentirme “menos bicho verde”. Me entienden y me arropan y me gustaría por ellos, por mí y por todos los que sé que también tienen esta forma de sentir la música y la conexión con el flamenco en sus vidas que se siga trabajando por protegerlo y valorarlo en nuestro pueblo.

¿Cómo es dedicarse al flamenco en Cataluña, qué diferencias encuentras con respecto a cuando residías en Andalucía? Pues yo vine a Barcelona en un momento bastante complicado, en pleno 2018. Literalmente, quería volverme. Pero poco a poco la fiebre fue pasando y la verdad es que la ciudad me ha permitido desarrollar mi carrera a nivel profesional y me ha abierto la mente también a nivel personal, lo cual no está nada mal. Con respecto a las diferencias, pues te lo resumo con algo que me pasó y que me hizo meditar mucho esta idea. Cuando vivía en Sevilla, constantemente alguien me llamaba para cantar y me decía, “niña, vente, te cantas algo, que yo te voy a dar mu’ bien de comer y de beber y echamos un ratito mu' bueno”. Esto era una constante. Ahora me voy a Barcelona, y en el primer sitio donde me contratan para trabajar, tengo una persona detrás mía, todo el rato por si necesito cualquier cosa, para que se la pida y me concentre única y exclusivamente en hacer bien mi trabajo. Esto me chocó, qué digo, me rompió la cabeza en pedazos.

No me podía creer que para que yo estuviera ahí desempeñando mi trabajo, pudiera haber una empresa detrás que incluso pagara a una asistente para que me atendiera, que me dieran de alta para que cotizara, etc. Este es el cambio más sustancial en ese aspecto que puedo comentar, el hecho de que hay una industria que funciona para ello de manera formal, que no depende de subvenciones y de la que dependen diferentes sectores del arte, como el que organiza el evento, el que monta el escenario, el técnico de sonido, el de luces, el catering etc, etc. Pues partiendo de ahí, toda la vida es diferente en una ciudad como Barcelona o Madrid (que yo conozca, claro).

Me encantaría que las cosas fueran diferentes en Andalucía, porque me gustaría volver y no depender de un sueldo de funcionariado para vivir del cante. Quiero pensar que poco a poco esto va cambiando y que hay cada vez más empresas en Andalucía que se dediquen a la gestión y promoción de espectáculos, pero queda mucho para conseguir un sistema óptimo y cambiar muchas mentes que no entienden que esto es una profesión igual que tantas otras, que la cultura es un bien indispensable para la sociedad y que además dista mucho del entretenimiento.

Finalmente, ¿en qué estás ocupada, en el plano artístico, en tu horizonte más cercano; cuáles son tus proyectos más inmediatos? Pues actualmente estoy muy contenta porque vengo de cantar en Madrid, ciudad que siempre me ofrece grandes oportunidades y de las cuales estoy muy agradecida. Hace unas semanas canté en el Suma Flamenca Joven, en los Teatros del Canal. También sigo haciendo recitales por toda Andalucía, lo cual me hace muy feliz y también sentirme en forma. Trabajo en otros proyectos y paralelamente a todo esto estoy grabando mi primer disco. Esto es algo muy reciente y que llevará su tiempo, pero la verdad que tengo ganas de mostrar cosas nuevas, cosas muy mías, porque de hecho muchas canciones son un homenaje a mi tierra, a mi familia, lo cual siempre es un orgullo.

En estos momentos estamos en fase de grabación y espero para el año que viene tener buenas nuevas con todo este material, para que lo pueda disfrutar todo el mundo y ojalá que sea el preámbulo de una nueva etapa en mi carrera profesional, porque creo mucho en todo lo que estoy haciendo.

 

 

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN