Sé que esta historia os suena, y os suena mucho, y os duele, porque fue el pan nuestro de cada día en los círculos andaluces durante unos cuantos años.
No resulta fácil todos los martes trasladaros nuestras distendidas tertulias del Pósito, sin caer en la reiteración, es todo un reto. Podría estar tentado...