La venta de la planta productora de aluminio de San Cibrao en Lugo perteneciente a Alcoa está en su fase final, en un proceso que se pretende que sea muy diferente de la caótica venta de las otras dos plantas de la multinacional, A Coruña y Mieres, actualmente en los tribunales.
Tanto el Ministerio de Industrial como la Xunta de Galicia, los sindicatos y la propia Alcoa quieren garantías máximas de que el futuro adjudicatario de la planta de Lugo tiene todas las herramientas financieras e industriales para asegurar la viabilidad futra de la planta.
Esta fase final se ha acelerado con la presentación de dos ofertas no vinculantes por parte de Trafigura y Sidenor; pero las fuentes consultadas señalan que hay otros dos aspirantes con opciones, que serían el grupo Atlas Holding y Alvance Aluminium Group.
El primer grupo que ha mostrado interés formal por la planta de San Cibrao fue Trafigura. El elemento más relevante de su oferta, por lo que se conoce hasta ahora, es que está dispuesta a dar entrada a los trabajadores en el capital de la sociedad que gestione la planta, lo que visualiza un alto interés por superar toda la problemática laboral que ha afectado hasta ahora a todo el proceso de desinversión de Alcoa en España.
Trafiguara es una de las 20 principales empresas de ranking ‘Fortune 500’, con ingresos globales de más de 130.000 millones de euros y un resultado de explotación de más de 5.000 millones de euros en 2020. Sus negocios se centran en la gestión de recursos mineros, fundiciones de metales y comercio de materias primas, sobre todo metales y petróleo.
Su potencial financiero es más que notable, señalan las fuentes consultadas y acumula amplia experiencia en la gestión de activos como los de la planta de Lugo. En España es propietaria, junto con el Gobierno de Abu Dhabi, de Matsa, la sociedad que explota las Minas de Aguas Teñidas, en Huelva, que producen cobre, zinc y plomo. Su subsidiaria Nyrstar es una de las empresas de fundición de metales múltiples más grandes del mundo, líder en la producción de zinc, con operaciones en Bélgica, los Países Bajos, Australia y los Estados Unidos y los expertos consultados señalan que aportará experiencia y eficiencia en el funcionamiento de la planta en caso de adjudicación.
Sidenor es el único grupo español en la puja por San Cibrao. Su especialidad son los aceros especiales destinados a la industria del automóvil. No tiene experiencia en la producción de aluminio, pero su apuesta es posicionarse en los suministros para la automoción del futuro, con vehículos eléctricos con múltiples componentes de aluminio.
Tiene factorías en el País Vasco, Cantabria y Cataluña. Su actual situación no es muy boyante. En 2020 su facturación se redujo casi un 30% y quedó en 493 millones de euros, con resultado de explotación negativo y con pérdidas de 39 millones de euros. Ha tenido que recurrir a financiación ICO para mantener su solvencia.
Atlas Holding es un conglomerado industrial norteamericano de 16 empresas y más de cien plantas industriales en todo el mundo, con actividades en la industria papelera, procesamiento de aluminio, materiales de construcción, componentes de automoción, bienes de equipo y maquinaria, producción de acero y generación energía. Factura al año uno 5.000 millones de euros.
En 2016 Atlas Holding compró las plantas que Alcoa tenía en Alicante y Amorebieta (Vizcaya) y las integró en su filial Aludium, que tiene también una factoría en Francia. Se dedica a fabricar laminados de aluminio para todo tipo de manufacturas. Aludium tendría en la planta de Lugo un suministrador seguro de aluminio para sus procesos de transformación. Unido este planteamiento industrial al respaldo financiero y corporativo de Atlas Holding, sus opciones en el proceso de venta de San Ciprián son más que reales, aunque por el momento la compañía no ha expresado interés formal por la operación.
Alvance Aluminium Group gestiona la mayor fundición de aluminio en Europa, en Dunkerque (Francia) y la única que hay en el Reino Unido, Fort William en Escocia. Factura unos 1.700 millones de euros al año, con una producción de más de 332.000 toneladas de aluminio primario. También tiene plantas de transformados, sobre todo para la industria del automóvil, con factorías en Bélgica y Francia.
Pertenece a Gupta Family Group (GFG), holding que preside el financiero indio Sanjeev Gupta y que tiene además una división de aceros y otra dedicada a las energías renovables. GFG factura al año más de 22.000 millones de euros.
En el último año GFG ha tenido problemas financieros notables debido esencialmente a la quiebra de Greensill Capital, su principal financiador, lo que ha obligado a algunas operaciones de reajuste financiero que afectan por el momento a su filial de acero. Sus problemas reputacionales están aún en fase de superación, con múltiples proveedores solicitando pagos anticipados. La Oficina de Fraudes de Gran Bretaña (Serius Fraud Office) está investigando a GFG por sospecha de fraude, comercio fraudulento y blanqueo de dinero por sus relaciones con Greensill Capital. Esta situación, señalan las fuentes consulatas, puede haber influido en que el grupo no haya presentado todavía muestra de interés oficial pro al compra de la planta de Lugo de Alcoa.