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Cádiz

El más longevo y la más joven en dar la vuelta al mundo en buques de la Armada Española

El Ministerio de Defensa ha creado un distintivo para los marinos que hayan completado una vuelta al mundo en alguno de los buques de la Armada

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  • Elcano.

El Ministerio de Defensa ha creado un distintivo para los marinos que hayan completado una vuelta al mundo en alguno de los buques de la Armada y este lunes lo ha concedido al más longevo, un excomandante de 100 años del buque escuela Juan Sebastián Elcano, y a la más joven, una marinera de 23 de una fragata.
"Comandante, el barco no obedece", le dijo entonces uno de los dos prácticos, con un buque inclinado sin que los 350 "se enteraran de nada". "A la virgen del Carmen le dije: 'échame una mano que esto va en serio'". Y, dice, funcionó.
La ministra Margarita Robles ha sido la encargada de otorgar los distintivos al mérito a estos dos marinos, en representación de todos los que pueden recibirlos y en el marco de la conmemoración de la primera vuelta al mundo de la historia, completada por la fragata española Victoria al mando de Francisco de Magallanes primero y Juan Sebastián Elcano después.

El distintivo representa el escudo que hace casi 500 años concedió el rey Carlos I a Elcano, el marino español que tomó el mando de la Victoria a la muerte de Magallanes en Filipinas y circunnavegó el globo por primera vez para arribar a Sevilla, junto a 17 hombres extenuados, en 1522.

"Primus circundedisti me" ("Tú has sido el primero en rodearme") es la frase que se lee inscrita en el distintivo, la misma del escudo de Elcano, que este lunes han recibido el contralmirante retirado Ángel Luis Díaz del Río, que comandó el buque escuela de la Armada en su vuelta al mundo de 1978 a 1979, así como Paula María Domínguez Moya, que completó la suya en la fragata Méndez Núñez en 2019.

La de 2019 fue la última circunnavegación de un buque de la Armada hasta que el próximo junio el Juan Sebastián Elcano complete su número once, conmemorativa del quinto centenario y muy diferente al resto debido a las medidas sanitarias.

A ella se ha referido en el acto el jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante Antonio Martorell. "Este viaje está siendo especialmente duro, durante casi un año (los marineros) no pueden pisar tierra firme", ha indicado.

Martorell ha recordado la primera vuelta al mundo por barco de Magallanes y Elcano. "Fue una de las más grandes hazañas de la humanidad y una odisea sin parangón", ha destacado el jefe de la Armada.

Desde entonces han sido veinte las circunnavegaciones que han hecho buques militares españoles. La siguiente a la de la fragata Victoria tuvo que esperar 266 años, cuando Alejandro Malaspina recorrió el mundo de 1789 a 1794, y en 1865 o hizo por primera vez un buque acorazado, la fragata Numancia.

La mitad de esas veinte navegaciones las ha protagonizado el buque Elcano, que este año va por su undécima vuelta al mundo, y en la de 1878 lo hizo comandado por el hoy centenario Díaz del Río.

No habría sido posible, ha dicho este lunes en el acto tras recibir la distinción, "sin la ayuda de la virgen del Carmen", patrona de los marinos y a la que el contralmirante se encomendó en varias ocasiones.

"En mi larga vida profesional la he invocado muchas veces y siempre con éxito", ha afirmado el marino para recordar un "accidente muy grave" que tuvo con Elcano al salir de Buenos Aires, cuando el timón encalló.

"Comandante, el barco no obedece", le dijo entonces uno de los dos prácticos, con un buque inclinado sin que los 350 "se enteraran de nada". "A la virgen del Carmen le dije: 'échame una mano que esto va en serio'". Y, dice, funcionó.

En el otro extremo, la más joven, la marinera Domínguez Moya, ha deseado que en el futuro sean "muchas más las mujeres que tengan la oportunidad de dar la vuelta al mundo en un buque de la Armada" y ha destacado que su condición femenina nunca le ha impedido desarrollar su labor como militar.

Criada en la Base Naval de Rota (Cádiz), la marinera ha recordado al recibir la distinción todos los anocheceres y amaneceres al bordo de la fragata Numancia, una "experiencia inolvidable" en la que descubrió "el mundo del este al oeste", creció como persona y constató la "camaradería" que se crea en esas navegadas. 

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