La Proyección de Población a Corto Plazo elaborada por el INE para 2009-2019, difundida ayer, prevé una desaceleración de la tasa de crecimiento de la población, que se reduciría desde el 1,2% anual registrado en 2008 hasta el 0,3% en 2010.
Frente a un ritmo anual de crecimiento medio de 695.000 habitantes durante 2002-2008, en los diez próximos años habría un aumento medio anual en torno a los 113.000 habitantes. De esta manera, y después de unos años de dinamismo demográfico, España apenas alcanzaría los 47 millones de habitantes en 2019.
Tras registrar el máximo crecimiento vegetativo de las dos últimas décadas en 2008, con una diferencia favorable de nacimientos sobre defunciones de 133.000 personas, habría un descenso hasta un excedente vegetativo anual de 16.700 personas en 2018.
El índice de fecundidad (número medio de hijos por mujer) mantendría su ritmo de crecimiento, pasando de los 1,46 en 2008 a los 1,54 en 2018, debido en parte al efecto de la población extranjera.
La aportación de las inmigrantes, que tienen hijos a edades más tempranas, explicaría también que la edad media a la maternidad se estabilice en torno a los 31 años. Se espera que a partir del presente año tenga lugar una paulatina reducción en el número anual de nacidos durante dicho periodo.