Para evitarlo, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha puesto en marcha el Plan de Reducción del Consumo de Sal, un proyecto en el que el Gobierno, junto a los expertos en nutrición, la industria alimentaria y las comunidades autónomas, intentará que la ingesta de sodio de los españoles se acerque más a la recomendación de la OMS.
En una rueda de prensa, el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Roberto Sabrido, ha recordado que cada año fallecen en España unas 124.000 personas por enfermedades cardiovasculares, el cinco por ciento de ellas “directamente relacionadas con la hipertensión” y el consumo de sal.
En España, la prevalencia de hipertensión arterial ronda aproximadamente el 35% en las edades medias y casi el setenta por ciento en los mayores de 65 años, es decir, que diez millones de españoles tienen la presión alta debido al consumo de sal.