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Jerez

Lávense la boca

Qué pena cuando la amenaza le toca a un familiar. Y qué suerte tenemos de tenerlo a él y a otros tantos xerecistas ilustres y valientes

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  • Pérez Rendón junto a Ravelo.

De todos es sabido la rivalidad y la animadversión que desde hace unos años existe en el mundo del fútbol de nuestra ciudad. Una rivalidad que nos empeñamos en decir que se va normalizando cuanto más se enfrentan “los dos Xerez” pero que está muy lejos de ser algo normal. Hemos tenido pintadas, agresiones desde la grada e insultos de todos los colores, la gran mayoría de las veces, de forma unilateral.

Siempre he intentado mantenerme cauto en cuanto a mis palabras con este tipo de actos -condenándolos por supuesto- pero cuando a uno le tocan la sangre, hierve la hemoglobina. No querría dejarme llevar por el calentón cuando escucho que a un xerecista de los pies a la cabeza como es mi abuelo, José Antonio Pérez-Rendón, hay quien lo amenaza con “reventarlo cuando lo vea” después de articular una larga lista de improperios.

Un señor -en mayúscula y con todas sus letras- de 82 años que lleva siendo xerecista desde los 9, cosa que parece que le molesta a alguno. Porque hay quien se ha abonado al odio y ya se sabe que el que vive con odio tiene una vida muy triste. Y si encima el odio se convierte en la única base de su motivación… Decía un amigo, hablando de polémicas con las cofradías, que “hay vida más allá de las cofradías”. Y razón no le falta porque, en este caso, hay vida más allá del fútbol. El fútbol es eso, fútbol. Hay más vida después y el propio balompié es baluarte de buenos valores. No entra en mi cabeza que la frustración llegue al punto de querer “poner la cara colorada” a una persona con 82 años. Que se lo haga mirar. Y que tenga más cuidadito con las redes sociales.

Ay las redes sociales, qué buenas son para unas cosas pero qué traicioneras para otras, ¿eh?. Pero oye, qué buen invento fue ese de las notas de voz de Whatsapp, que permite, como escuchamos ayer, enviar mensajes de una oratoria tal que dejaría en pañales a los grandes filósofos griegos.Pero bueno, no quiero entrar tampoco en un debate de hasta qué punto es denunciable una amenaza de este tipo porque creo que vivir odiando ya es suficiente condena.

Dejando a un lado las animaladas yo no puedo hacer otra cosa que sentirme orgulloso de ser nieto de tan ilustre xerecista. Qué puedo comentar que no sepan ustedes ya. Vicepresidente tanto del Xerez CD como del Xerez DFC en la primera legislatura de su historia, aficionado de los que no se pierde un solo partido y trabajador incansable y altruista. ¿Quién no ha coincidido con él en aquella pequeña e improvisada oficina del edificio Jerez 2002? Como los buenos futbolistas, la polivalencia es una de sus mejores características y durante muchos años realizó labores informativas de apoyo en forma de comentarios durante las retransmisiones de la Cadena Cope. Algo que -sorpresa- también le han echado en cara por “ir de gratis” a los partidos del Xerez. ¿A alguien se le ocurre acusar a Valdano, por ejemplo, de ir de gratis a los partidos del Real Madrid cuando ejerce de comentarista? Pues eso. Tanta simpleza me resulta ridícula.

Qué pena que tengamos que vivir situaciones como estas. Qué pena que tenga que estar escribiendo esto ahora mismo. Qué pena vivir enfermo de odio, con tanta mala baba, con tanta ignorancia. Qué pena. Qué pena cuando la amenaza le toca a un familiar. Y qué suerte tenemos de tenerlo a él y a otros tantos xerecistas ilustres y valientes. Lo dicho, por favor, lávense la boca antes de hablar de José Antonio Pérez-Rendón.Ah, y que hay vida más allá del fútbol.

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