La final de consolación ante los rusos Prokopiev-Bogatov no resultó en absoluto fácil, ya que los españoles se vieron sorprendidos en el inicio por el juego de sus rivales, agresivo en la red y contundente en defensa, por lo que el primer set deparó un 21-17 preocupante para los intereses de Herrera-Gavira.
La pareja número tres del mundo, no obstante, supo reaccionar para recuperar la iniciativa y en la segunda manga siempre fueron por delante en el marcador, circunstancia que deparó el 17-21 final. El empate a un set abocaba a ambas parejas a jugar una muerte súbita incierta a tenor a de la igualdad previa.
Pero Herrera-Gavira jugaron esta temporada muchos sets decisivos. Y lo hicieron con buenos resultados. El 10-15 les otorgó con relativa facilidad el bronce para poner un broche inmejorable a una temporada que será difícil de igualar. El triunfo número 50 (con sólo 15 derrotas) pone fin a una larga temporada en el World Tour. Ahora llegan unas merecidas vacaciones para ambos jugadores tras el intenso año.
El título en el Abierto de China, por cierto, fue para los holandeses Nummerdor-Schuil, que acaban el año como la pareja a batir y la referencia a seguir para la próxima temporada.