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Huelva

Incertidumbre en la restauración por el aplazamiento de eventos

El sector onubense advierte del gasto que supone abrir instalaciones con aforo de mil comensales, pero "limitándolo a 50 personas para una boda o un bautizo"

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  • Calles vacías. -

La Asociación Provincial de Bares Restaurantes y Cafeterías de Huelva (Bareca) ha mostrado su preocupación por el estado del sector de la hostelería y restauración, tras el cierre decretado por la pandemia del coronavirus, y por el aplazamiento de las celebraciones de las comuniones y las bodas, además de la incertidumbre por las medidas que se impongan una vez que los establecimientos puedan reabrir.

Así lo ha indicado a Europa Press el presidente de Bareca, Rafael Acevedo, quien ha remarcado que las medidas que se podrían tomar, "si son las mismas o parecidas a las de China, no parecen muy lógicas para un restaurante o un lugar de celebraciones", a la par que indica que "por lógica, se debería volver reabrir en condiciones normales como antes de la crisis".

En este sentido, ha señalado que estas son la de la separación de mesas entre tres o cuatro metros, ir con mascarilla y guantes y la de limitar el aforo para una celebración. Esta última, señala que "es un gran problema" y ha puesto como ejemplo una boda de 300 personas "a la que solo podrían ir unas 50 personas", por lo que considera la restauración será el último sector en poder volver a la actividad, con lo que "se están comenzando a aplazar las bodas, algunas meses y otras para el próximo año".


En cuanto a la repercusión que podría tener la limitación de aforo, tanto para los establecimientos de celebraciones como para los consumidores, Acevedo ha hecho hincapié en que "abrir una instalación supone una inversión importante" ya que "hay que cuidar mucho la higiene y la sanidad con los alimentos, además de la del establecimiento y el pago de los gastos derivados como la luz, el agua, el alquiler y los empleados" algo que supondría "pérdidas" para la restauración y "un incremento del precio del producto final que repercute en el cliente".

A este respecto, Acevedo se ha referido especialmente a los salones de celebraciones, incidiendo en el gasto que supone abrir unas instalaciones con un aforo de mil comensales, pero "limitándolo a 50 personas para una boda o un bautizo", por lo que se pregunta "a qué precio tendría que poner el menú para cubrir gastos".

Respecto a las comuniones, el Obispado de Huelva indicó al comienzo del estado de alarma que se trasladan al último trimestre del año, a ser posible antes de que comience el Adviento, es decir, a los meses de octubre --a mitad--, noviembre y diciembre y que, aunque se llevará a cabo el ritual religioso, la celebración posterior "está aún en el aire" y destaca que "ahora mismo, en los meses de abril y mayo, se deja de ingresar una suma importante de dinero" al no poder realizarlas.

Por ello, ha apuntado que desde este fin de semana había reservas para las comuniones, algunas de las cuales "han comenzado a aplazarse" ya que estaban previstas hasta el primer fin de semana de junio. Con estos aplazamientos, continúan algunas reservas pero "sin saber la situación a la que se enfrentarán las familias", por los problemas económicos que se puedan encontrar tras el confinamiento debido a los ERTE o el paro o "el estado en el que se encostrarán los establecimientos hosteleros".

Acevedo ha remarcado, además, que la mismas limitaciones de aforo que se puedan encontrar los clientes podría hacer peligrar las reservas y dejarlas para el año que viene o incluso más adelante ya que "no sabemos cuándo se va a abrir ni en qué estado" y señala que el Gobierno "no nos está dando soluciones" ya que los propietarios de los establecimientos "siguen teniendo gastos mensuales sin facturar".

PÉRDIDAS PARA EL SECTOR

En cuanto a las pérdidas para el sector, el presidente de Bareca ha apuntado que aún no es posible cuantificar las mismas, pero ha subrayado la importancia que supone la Semana Santa para la hostelería y que "se ha perdido", ya que las ventas suben alrededor de un 30 por ciento de lo que se factura normalmente.

Así, ha explicado que también se han perdido las contrataciones de refuerzo de personal, lo que "es una ayuda para los que se encuentran parados también" ya que la plantilla durante esa semana "aumenta un 50 por ciento más" y todo eso "se está dejando de contratar".

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