La calma ha vuelto a Guinea Bissau tras la fracasada asonada militar registrada ayer, en la que un contingente de soldados amotinados atacó con armas pesadas la residencia del presidente, Joao Bernardo Vieira, una semana después de celebrarse en el país elecciones legislativas.
Según informaciones del Gobierno de Bissau difundidas por emisoras regionales, uno de los soldados sublevados fue el único muerto en los enfrentamientos con las fuerzas leales al presidente Vieira, que dejaron cinco heridos. El ministro del Interior, Cipriano Gassama, dijo a la prensa que la tranquilidad fue restablecida en la capital y la situación quedó controlada en las inmediaciones de la residencia presidencial.
Los servicios de seguridad han detenido, según Gassama, a cinco de los militares que protagonizaron el ataque y llevan a cabo investigaciones para aclarar lo sucedido.
Según declaraciones difundidas en Lisboa por la agencia Lusa, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Tagmé Na Waié, dijo que el ataque estuvo encabezado por el sargento N'Tcham Ialá, del cuerpo de fusileros de la Armada, que está detenido.
En contraste con la información del Gobierno, Na Waié afirmó que el fallecido pertenecía a la guardia de la Presidencia, al tiempo que confirmó la detención de cinco militares.
El último supuesto intento de golpe de Estado en Bissau fue frustrado por los servicios de seguridad el pasado 8 de agosto, con la detención del ex comandante en jefe de la Armada contraalmirante José Américo Bubo Na Tchuto, que quedó bajo arresto domiciliario y consiguió huir a Gambia, donde fue detenido de nuevo.
Na Tchuto, junto a otros mandos militares, ha sido insistentemente citado por los medios de comunicación locales como supuesto implicado en el tráfico hacia Europa de cocaína procedente de Sudamérica, del que Guinea Bissau se ha convertido en centro de tránsito.
Comentaristas locales han vinculado ya la asonada de hoy con la divulgación el viernes pasado de los resultados de las elecciones, que dan como vencedor absoluto al Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC, ex partido único) con 67 escaños.
Según la Presidencia senegalesa, esta mañana Vieira se comunicó por teléfono con el presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, a quien confirmó que había soldados frente a su residencia.
Wade le ofreció una aeronave para facilitar su evacuación si lo precisaba, pero el mandatario de Guinea Bissau la rechazó y dijo que permanecería en el país para enfrentarse a lo que denominó “un motín protagonizado por una parte del Ejército”.
El gobernante senegalés pidió a los amotinados que regresaran a sus cuarteles y que la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) tomaran medidas para resolver la crisis.
El Presidente senegalés anunció que había reforzado la vigilancia militar de la frontera con Guinea Bissau.
Por su parte, en un comunicado remitido a Efe, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, condenó la acción contra la Presidencia de Guinea Bissau y advirtió de que la organización rechaza de antemano “cualquier cambio constitucional” que pudiera surgir de una sublevación militar.
Ping recordó que las legislativas de hace una semana se produjeron en condiciones “totalmente satisfactorias”, según coincidieron en opinar los observadores internacionales que supervisaron las votaciones.
En estas circunstancias, Ping instó a los actores políticos del país a aprovechar el buen desarrollo de las elecciones para “profundizar” el proceso democrático en Bissau y “vencer los retos de la pobreza”.
Guinea Bissau, uno de los países más pobres del mundo con una renta per cápita de 150 dólares, se encuentra sumida en el caos desde hace años, situación agravada por la inestabilidad política a raíz del conflicto armado de 1998 a 1999, en el que fue derrocado Vieira, tras 19 años en la Jefatura del Estado.
Vieira, militar retirado, llegó al poder en 1980, tras derrocar en un golpe militar al primer presidente del país, Luis Cabral, quien accedió al cargo tras la independencia de Portugal, en 1974.
Entre 1999 y 2005 Vieira estuvo exiliado en Portugal y regresó hace tres años para ganar los comicios presidenciales como candidato independiente, para un mandato que debe finalizar en 2010.