La comparsa de Faly Mosquera se presentó con rabia sobre las tablas del Gran Teatro Falla en el segundo pase de la agrupación, que simula una sociedad salvaje por el consumo de las nuevas tecnologías y “tanto dejar de pensar”.
El primer pasodoble criticó el comportamiento de un hijo con su madre, contado en primera persona y simulando una conversación de WhatsApp. La segunda letra, también en primera persona, fue dedicada al cáncer en un tono positivo.
Los cuplés, en cambio, fueron para Albert Rivera y para la masturbación.