El juez ha absuelto al menor que fue acusado de haber matado por asfixia a su madre adoptiva en su casa de Chiclana de la Frontera (Cádiz) en julio del 2017, hechos por los que el chico ha permanecido durante nueve meses internado en un centro.
El menor, que tiene 17 años, abandonó ayer este centro, horas después de que fuese notificada la sentencia del Juzgado de Menores número 1 de Cádiz, que señala que no ha resultado acreditada la comisión de un delito de homicidio en la muerte de Elisa Polo.
La mujer, gobernanta de un hotel de la zona de Novo Sancti Petri, fue hallada muerta en su vivienda, un chalet de la zona residencial de La Barrosa en Chiclana de la Frontera (Cádiz) el día 16 de julio de 2.017.
Aunque en un principio se consideró que su muerte había sido natural, debido a un problema cardiaco que padecía, un posterior estudio forense determinó que la mujer había fallecido de forma violenta por asfixiada.
La Guardia Civil emprendió entonces una investigación durante la que en abril de 2019, casi dos años después, fue detenido el hijo adoptivo de la mujer, la única persona que estaba en la casa con la mujer y quien encontró su cuerpo en el suelo.
Tras la muerte de su madre, el menor residía en Fuengirola (Málaga) con su padre adoptivo.
La fallecida y su expareja habían adoptado en Rusia al menor cuando tenía unos 3 años y vivían separados desde hacía unos años tras su divorcio.
Ahora el juez ha decidido absolver al menor en una sentencia en la que explica que "todos los eventuales elementos probatorios y datos incriminatorios que se han ido aduciendo y aportando (...) no sólo no han sido reforzados o corroborados, sino que se han revelado, según el caso, como incompletos, confusos, contradictorios y/o simplemente no acreditados".
Por ello estima el juez que "resulta del todo punto inviable llegar a un pronunciamiento condenatorio".
Además de que no considera probada que la causa de la muerte fuera violenta, el juez hace referencia "a la ausencia de un móvil acreditado" y explica que todos los testigos han señalado "que no conocían ningún problema entre madre e hijo".
El abogado del menor, Javier García de la Vega, ha recordado que la sentencia no es firme, ya que podría ser recurrida.
Hasta que no sea firme, la defensa del menor no se planteará la posibilidad de pedir una responsabilidad por el tiempo de internamiento del chico, que ha vivida una experiencia "bastante traumática".
